Este erudito estudió las cuevas eremíticas de Valle de Mansilla, que ahora se quieren recuperar
Subastan en París la gran colección del arqueólogo leonés Julián Sanz
Persona polifacética, excavó yacimientos, documentó piezas y hasta retrató a Marcel Duchamp
Aunque nació en Madrid en 1897, Julián Sanz Martínez se mantuvo siempre íntimamente unido, por razones familiares, de amistad y laborales, con la provincia de León. Persona sorprendente y polifacética, historiador, erudito, investigador, estudió muy a fondo los castros leoneses -tan necesitados hoy de conocimiento y divulgación- en una obra que se ha perdido; masón y republicano, cultivó vínculos con las máximas figuras de la intelectualidad francesa; se exilió en el año 1936 y vivió durante mucho tiempo en el sur de Francia hasta su muerte en 1988. En estos momentos se está procediendo a la venta, en París, de su muy valiosa colección, en la que con toda probablidad hay piezas leonesas. Por lo menos eso es lo que piensa el archivero y escritor Alejandro Valderas, quien, en colaboración con el también investigador leonés Manuel E. Rubio Gago, sacará muy pronto a la luz un completo estudio sobre este poliédrico intelectual. Valderas opina que la Junta o la Diputación deberían estar alerta para conseguir en esa subasta piezas importantes que pudieran pertenecer a alguna de las comarcas leonesas. Julián Sanz está de actualidad, asimismo, por haber estudiado a fondo las cuevas de Valle de Mansilla, Villasabariego y Villacontilde, que ahora se quieren recuperar como atractivo turístico. Un tesoro en piezas antiguas La colección de este arqueólogo era, a decir de Alejandro Valderas, impresionante: «Reunió a lo largo de su vida una gran cantidad de objetos valiosos, así como una considerable biblioteca. A pesar de haber padecido en España la Guerra Civil y en Francia la II Guerra Mundial, parece que se conservó íntegra». Por el momento, Valderas ha localizado donaciones suyas a las siguientes instituciones: «Al Museo de León donó nada menos que 625 restos arqueológicos del área de Villasabariego y útiles prehistóricos de la cueva de la Cantera de Alcedo de Alba, entre otras piezas. También donó restos arqueológicos leoneses al Museo de Prehistoria de Santander, y cedió tres dibujos del escultor y pintor francés Auguste Rodin a la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Además, a la Biblioteca General de la Universidad de Valencia donó varios impresos del siglo XVII. Otras instituciones que recibieron piezas antiguas, libros y objetos de arte suyas fueron la Biblioteca del CSIC y el Musée Borély de Marsella. Valderas sospecha que la colección que se está vendiendo actualmente (a través de la firma Cabinet de Curiosités y en e-bay), está en manos «de algún familiar o coleccionista», y asegura que en esa colección habría «libros de su biblioteca, máscaras africanas, manuscritos, útiles de sílex prehistóricos (¿de sus excavaciones en Lascaux, Francia, o en España?), fotografías de artistas franceses de los años 40 y 50 (era un reconocido fotógrafo), y pinturas y fotografías artísticas de las que era autor».