Padre del monacato occidental, sus monjes unificaron el continente con la Biblia y el arado

Benito de Nursia, conocido como San Benito, nació en Nursia, cerca de la ciudad italiana de Spoleto, en 480, y murió en Montecassino en 547. Fundó la importante orden de los benedictinos y es considerado patrón de Europa y patriarca del monacato occidental. Benito escribió una regla para sus monjes que ha sido inspiración para los reglamentos de muchísimas otras comunidades. Su fiesta se celebra el 11 de julio. Expresa Jesús Martí que Benito «marcó el camino para la evangelización de la multitud de pueblos que se extienden por Europa. Los monasterios benedictinos configuraron la unidad del continente, desde las costas mediterráneas a la península escandinava, desde Irlanda hasta Polonia. Pablo VI dice que los hijos de San Benito 'llevaron con la cruz, el libro y el arado, la civilización cristiana'. Recordaba Juan Pablo II en 1980, con motivo del XV centenario de su nacimiento: 'No es lícito al hombre fiel a Dios olvidarse de lo que es humano: debe ser fiel también al hombre'. Es un resume del lema ora et labora ». «Él y sus monjes configuran los rasgos determinantes del hombre europeo: fueron los primeros que tuvieron conciencia de la nueva realidad, los que sirvieron de puente entre el mundo antiguo y el medievo, cuando rescataron, cultivaron y transmitieron el legado grecorromano, sobre todo el pensamiento y el derecho».