Más tímido que follonero

Empezó trabajando como locutor de partidos de fútbol regional en el programa Carrusel Catalunya de Radio Barcelona y acabó haciendo famoso el grito «¡Buenafuente!» interrumpiendo el late-show del popular Andreu Buenafuente, con quien siempre deseó trabajar. Quizá tampoco se conozca que durante un tiempo trabajó en los informativos de Telecinco y de la Ser o que, más que follonero, se considere «tímido y reservado». Su carrera despuntó en el año 2000 al fichar como guionista de La cosa nostra , el programa que Andreu Buenafuente presentaba en TV3 y que, con el siguiente, Una altra cosa , catapultó a la fama al presentador catalán. Desde entonces pertenece a la plantilla de El Terrat. Y no es que sea colaborador de Buenafuente , no, sino que es subdirector y guionista del programa además de interpretar en él a uno de sus personajes más famosos: El Follonero . Hoy a las 10.00 de la mañana, con entrada gratuita, cierra en el Musac leonés el curso Humor gráfico, la asignatura pendiente , que se ha venido celebrando desde el pasado martes. Humor y televisión es el título dela conferencia de Jordi Évole, a quien su trabajo en La Sexta le ha permitido presentar otros programas o miniprogramas de éxito para la cadena, como Salvados por la campaña , dedicado a la campaña electoral en España de 2008. El espacio tuvo tan buena acogida que el formato se amplió con Salvados por la Iglesia , Salvados por la Eurocopa y Salvados por los toros . En julio de 2008 realizó el programa Salvados por la televisión , en el que colaboraba Carlos El Yoyas de Gran Hermano 2. El domingo 20 de julio de 2008 se emitió el último programa de la temporada de Salvados, y se titulaba Salvados por las vacaciones , con otra participación peculiar, la de King África. «En España se arriesga poco» Coordinador del ciclo, dibujante y ganador del Concurso Nacional de Humor Gráfico de Argentina en 2000, el bonaerense Martín Favelis cerró la jornada de ayer con Humor y ordenadores: nuevas tecnologías-viejos problemas . Favelis, autor de un trazo filosófico y conmovedor, mostró algunos de los últimos avances técnicos en materia de diseño, aplicados al humor gráfico, y entabló con los participantes un fluido diálogo para conocer sus impresiones sobre el curso. La mayoría le transmitió, ante la idea de poner continuarlo para el próximo año, que el tema debía girar en torno al humor, siempre el humor. Favelis habló de las naturales desconfiazas hacia las nuevas tecnologías, pero subrayó que en el fondo no dejan de ser herramientas más o menos útiles: lo importante es el talento humano. Así, recordó la anécdota según la cual su compatriota el gran escritor Jorge Luis Borges estaba esperando un ascensor y tardaba, y tardaba. Entonces les dijo a sus acompañantes: «¿Y vamos por las escaleras, que están totalmente inventadas?» También dijo que la organización no sólo está pensando en una próxima edición, sino en una tercera y en una cuarta: «Queremos hacer de León un referente en torno al género, quizá no como curso sino como foro de discusión, congreso u otros formatos». Además, se sorprendió de lo poco que se arriesga en León y en España. «La gente suele abundar en lo ya conocido, no hay ideas nuevas», denunció.