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| Entrevista | Rogelio Blanco |

«Nadie discute ya, en ningún ámbito, el gran valor de la lectura» «El 91% de los jóvenes lee, al menos, media hora diaria»

«Los rostros son los grandes libros por excelencia», explica este leonés, gran teórico del hecho lector y que acaba de ultimar el nuevo Plan de Fomento de la Lectura

Publicado por
E. Gancedo - león
León

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Brasil, Italia, Argentina... El cepedano Rogelio Blanco, director general del Libro, ha sido invitado últimamente a éstos y otros países para hablar de la efervescencia editorial que está viviendo España y del auge del fenómeno lector. Blanco habla en esta entrevista de lo que supone leer y del nuevo Plan de Fomento de la Lectura que ha ultimado el Ministerio. -Usted ha estudiado el fenómeno de la lectura desde la raíz. ¿Qué es leer? -Leer es la capacidad de interpretar señales, signos y símbolos que al hombre le llegan a través de numerosos soportes, naturales y no-naturales, llenos de contenidos, y que éste debe transformar en conocimientos. Sólo el hombre puede leer. A éste se le suele denominar, acompañando al término homo , de muchas maneras ( sapiens , loquens , aeconomicus , ciberneticus , inclusive demens ), pero en este caso incorporo dos calificaciones: quaerens y lector (el que pregunta y lee). La pregunta está en la esencialidad del hombre, pero para preguntar se precisa leer. Y esa capacidad radical de lectura es exclusiva e inevitable en el hombre. -¿Por qué razón? -Porque los hombres nacemos incompletos. Somos seres in vía e in fieri . Somos caminantes ( homo viator ) y en constante hacerse. Nacemos llenos de carencias, de vacíos que hay que completar. Y la vida, nuestra peregrinatio en el deambular por el mundo, consiste en llenar vacíos. Los seres inferiores y superiores que nos acompañan no necesitan leer. Sus códigos genéticos programan sus días y sólo se alteran mediante el adiestramiento, una violencia que se ejecuta sobre los códigos. Dejo a un lado determinadas precauciones que los etólogos señalan excepcionalmente con alguna especie. Y en el orden superior, los dioses, espíritus puros, por su propia esencia son completos y perfectos, de lo contrario no serían dioses; luego no necesitan aprender, no necesitan llenar vacíos, pues se desencializarían como dioses, no necesitan leer. En conclusión la lectura es un acto propio del ser in vía , el hombre. Un suceso antropológico. -¿Qué aporta la lectura? -Enriquecimiento al ejercitante en todos los órdenes. Ser o no ser más hombre. Y, además, en la sociedad que habitamos y que esperamos mejorar, la democracia, la lectura es imprescindible. Entiendo la democracia como el hábitat natural del hombre, el río que recoge la pluralidad de voluntades. Pero para que éste sea lo más perfecto posible debe diseminar, cuanto más y mejor, los poderes que contiene. Mas para que sus habitantes posean y participen de los poderes, también deben disponer de los saberes. Si los saberes, los conocimientos, se hallan diseminados y participados, también lo están los poderes. -«Quien más sabe, más puede», dicen... -Cierto, luego si los saberes están en manos de la ciudadanía, también los poderes. Y esto es la democracia. Luego la lectura es un inevitable que define la calidad democrática. Y este es un compromiso individual y colectivo. Individual, por el deber que tenemos de llenar nuestros vacíos y necesidades. E insisto, esto no se logra con códigos genéticos, sino con esfuerzo. Y, también un compromiso social, siempre que la apuesta sea por una sociedad democrática y participativa. -¿Dónde leer? -En todos los soportes que alteren y activen nuestros sentidos y facultades. Todos. Si tuviera que elegir el libro más importante, elegiría el rostro del prójimo. Los rostros son los grandes libros por excelencia, transmiten contenidos que debo interpretar, y, si me siento ciudadano, comprometerme con lo que en él leo. De todos los rostros, los que más mensajes suelen emitir son los de los necesitados, los de los más oprimidos, los de aquellos que más padecen la historia, pues con frecuencia unos la hacen y muchos la padecen, afirma María Zambrano. Y también, sin duda, debo leerme a mí mismo. Soy más rico y me leo y conozco mejor cuanto más sepa de los otros y, cómo no, de lo otro, la naturaleza. Los contenidos leídos ayudan a leer mi yo. -Pero, ¿y los libros? -Son las estrellas de la Galaxia Gutenberg. El libro, los libros, son seres vivos porque participan de la vitalidad de su creador, el hombre, y en ellos desgrana jícaras de su experiencia. Los libros, y digo libros y no el libro, pues creo en el refrán que afirma el riesgo del pueblo que sólo dispone de un libro, son instrumentos que posibilitan la ley de progreso. Los libros son los contenedores esenciales que recogen los saberes de los hombres, pero no los únicos. Son los recipientes que reciben las creaciones de nuestros escritores, que los editores y las cadenas comerciales dispersan, que los bibliotecarios cuidan y que nos esperan para entregar tanta riqueza para apropiarla, subjetivizarla y transformarla en conocimiento, en saber, luego en poder. Son objetos imprescindibles y de larga vida y salud que ayudan a que los hombres, a través de su lectura, seamos más partícipes, más cívicos. En nuestro país cada vez se edita más y mejor. -¿En qué condiciones se desarrollará el nuevo Plan de Fomento de la Lectura? -Por fin hemos pasado la frontera del 50% que divide a la población lectora y no lectora de acuerdo con la encuesta que, a través de la Federación de Gremios de Editores de España, se realiza trimestralmente. Nos aproximamos al 60%. Pero hay un dato alentador: el 91,4% de los jóvenes de entre 9 y 14 años declaran leer media hora diaria y no libros de texto escolar. Es una esperanza. Una esperanza que reafirman las encuestas, pero lo más importante es que la lectura se ha instalado como paradigma indiscutible en los discursos sociales. Nadie lo discute. En los planes educativos, los diseños de las bibliotecas, los programas políticos, etc. aparece la lectura como valor. A esto contribuye que nuestros escritores aportan sus creaciones, los editores editan un millón de ejemplares al día. Se construyen bibliotecas. Se legisla, por ejemplo: la Ley de la Lectura, del Libro y la de Bibliotecas de 2007 son acciones que, unidas al plan extraordinario de dotación bibliográfica de las bibliotecas públicas, dan como resultado, gracias a esta cooperación, al logro de una sociedad lectora. De algún modo, la apuesta por la democracia obliga a que sea por una sociedad lectora. En esta apuesta nos jugamos el futuro. Es responsabilidad de todos los ciudadanos e instituciones. -¿Qué supone para el ministerio la feria Leer León? -Es una apuesta concreta en la que cooperamos diversas administraciones. Es el intento de que la capital sea un referente lector durante unos días. Espero y deseo que esta apuesta no se malogre. Sus posibilidades y éxito depende de todos. -¿Y el Congreso de Escritores que se celebrará en breve? 1397058884 El Ministerio de Cultura, tanto en esta acción como en el fomento de la lectura o en Leer León, participa activamente mediante el apoyo financiero y con el compromiso del ministro César Antonio Molina. Este encuentro sucede donde deber ser, en la capital de una provincia, León, que en la segunda mitad del siglo XX e inicios del XXI se ha manifestado por ofrecer a la literatura universal grandes escritores, por lo tanto es una «deuda» de todos que esto se reconozca con esta convocatoria.

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