Diario de León

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Simbiosis entre Catedral y Música El premio Planeta bate el récord con 528 aspirantes La técnica al servicio del arte

El zamorano Rafael Guzmán presenta en la sala Lucio Muñoz sus vídeo-instalaciones tituladas «Derivas», una de las más vanguardistas de cuantas se han presentado

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ADOLFO GUTIÉRREZ VIEJO 1397124194 Miguel Lorenci C. Santos - madrid león
León

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LA SIMBIOSIS entre Catedral (sobre todo gótica) y música, no es un fenómeno advenedizo sino «de natura y ab origine». Con los muros, arbotantes, bóvedas y vitrales de Notre Dame de Paris, nació y se desarrolló el Organum, Discantus y Motete medievales. Si el nombre del abad Suger es inseparable de la revolucionaria estética de la Luz, lo son igualmente Leonin o Perotin, con sus Organum y Discantus, por la revolución del sonido. Con la aparición de la polifonía, se dota a los grandes espacios catedralicios de una nueva dimensión: el tiempo. Si la embriagadora luz de los ventanales góticos se inunda rápidamente con la policromía del arco iris y las piedras preciosas, el sonido, el tiempo y el espacio, se sienten, ab inicio, estremecidos por la policromía sonora del Timbre. El color es a la luz, lo que el timbre al sonido. Por eso el instrumento Órgano, fabulosa fábrica de producción de harmónicos, nunca ha faltado en los grandes espacios góticos. Esta es la razón por la que siempre hemos pensado que el órgano y su música se corresponden con la Catedral y no con las salas de conciertos o auditorios. Nacimiento, prolongación y decesión del sonido y sus armónicos tienen una existencia más poética, sugerente y fantasmagórica en los espacios góticos, que en las secas acústicas de las salas de concierto. Hay armónicos que no alcanzan su plenitud y belleza sin la alquimia de los grandes espacios. Desde el primer momento no había la menor duda: la Catedral de León era la mejor de las salas de concierto posible para hacer una música que nace, se desarrolla y proyecta su futuro en las inmensidades de los espacios góticos. He encontrado en los archivos de los tres primeros años, testimonios de los más grandes organistas de Europa, entusiasmados por haber podido hacer música en lugar tan incomparable (aunque decepcionados por no poder disponer de un instrumento digno de tales espacios). J.Guillou, el más grande organista, compositor e improvisador de nuestro tiempo, dice: «El lugar donde se desarrollan vuestras manifestaciones musicales -la Catedral- es de una inmensa belleza (sin ninguna duda una de las más bellas del mundo) y goza de una excelente acústica. Este lugar merece un órgano más importante, que permitiera al Festival de Órgano y a la ciudad de León adquirir un rango honorable entre los grandes festivales mundiales, que yo acostumbro a frecuentar». Los Concursos internacionales previstos, los conciertos semanales, los encargos de composiciones, tenían la intención de alimentar la gran afición del público leonés, hecho asombroso para todos los concertistas que por aquí han pasado; hacer de León y su Catedral, un centro elitista y de absoluto progresismo artístico, con la producción de música nueva; y, finalmente, convertir a León y su Catedral en el baluarte de la cultura organística en nuestro país. Todo esto y mucho más hubiera sido posible si un gran instrumento hubiera presidido nuestros afanes. Sin este requisito todo será una utopía. ¿Seguiremos viviendo otros 25 años de la utopía? El premio Planeta sigue haciendo historia. Un total de 528 originales aspiran a hacerse con la LVII edición del más deseado y mejor dotado premio del panorama editorial español. Una participación récord en la larga serie de este veterano galardón, que se fallará el próximo 15 de octubre, festividad de Santa Teresa, en la habitual y masiva velada literaria que cada año reúne en la en la ciudad Condal a los actores más notables del mudo editorial. Con el récord que establecen esa 528 novelas, remitidas desde todos los rincones del globo, se confirma de nuevo la enorme expectación que el premio genera entre los creadores del mundo las letras, en especial en España y América Latina. Sólo en dos ocasiones anteriores se había superado ese redondo número de los 500 aspirantes al premio. El Planeta 2008 está dotado con 601.000 euros para la obra ganadora y 150.250 euros para la finalista. El fallo tendrá lugar el miércoles 15 de octubre en el Palau de Congresos de Cataluña (Barcelona), en el transcurso de una cena literaria que reúne a casi dos millares de asistentes. En la pasada edición, la quincuagésima sexta, el ganador fue Juan José Millás con El mundo y el finalista Boris Yzaguirre con Villa Diamante. El jurado de la quincuagésima séptima edición lo integrarán Alberto Blecua, Alfredo Bryce Echenique, Pere Gimferrer, Álvaro Pombo, Carmen Posadas, Rosa Regàs y Carlos Pujol, que actuará como secretario con voto. En esta edición es novedad la incorporación al jurado Álvaro Pombo (Santander, 1939), poeta, novelista, académico y ganador del Planeta en 2006 con La fortuna de Matilda Turpin. Derivas , las exposición que estos días ocupa el espacio de la Sala Lucio Muñoz, es una de las más vanguardistas de cuantas se han presentado a través de la acción Constelación Arte . Su autor, el artista zamorano Rafael Guzmán, sorprende de entrada al visitante con una espectacular escultura sonora, que llena con sus ecos el vestíbulo de la delegación de la entidad autonómica. «Los desplazamientos que hace cada uno de los visitantes que recorren este espacio otorgan una experiencia auditiva diferente, que influyen tanto en su estado de ánimo como en su modo de percibir el espacio». Cuando el espectador penetra en la sala de exposiciones se encuentra con una monumental cruz formada por cinco grandes televisores de plasma. Se llama La Cruz del tiempo , y en ella se combinan el vídeo y el sonido con lacónicas secuencias textuales que el espectador descubre al detenerse ante ella. Dice el autor que ha intentado crear «un espacio de connotaciones sacras, en el que los fragmentos reales de su rostro se yuxtaponen con otras de un avatar virtual creado mediante un programa de ordenador. Este Alter-ego del artista se convierte en el protagonista principal». Al fondo de la sala la instalación Meditaciones se articula alrededor de un círculo rojo inscrito en el suelo, y está integrada por seis grandes pantallas. El autor trata de «representar su avatar a través de varios estados físicos y emocionales vinculados a la exploración interior. El gran disco rojo de convierte en un foco de atracción que invita a la reflexión. Caminar, explorar, escuchar». La exposición finaliza con un vídeo titulado Derivas en el que se combinan imágenes documentales que recogen las diferentes derivas viajeras realizadas por Rafael Guzmán en los últimos años, con reflexiones en voz alta del propio artista y citas a algunos de los artistas y pensadores. La creación de Derivas ha significado «un largo procese de reflexión que ha terminado ahora mismo, son trabajos culminados este mismo año. La muestra tiene tras de sí una gran producción tanto de medios tecnológicos, como de horas ante el ordenador, pues en su mayor parte se trata de imágenes realizadas a través de las técnicas digitales de la imagen y el sonido. Yo busco para a un espectador reflexivo que quiera conocer una propuesta diferente. Aquí no solamente hemos trabajado sobre el espacio físico, sino también sobre el espacio mental. No sólo sobre la geografía, sino también sobre la psico-geografía. Es un auténtico viaje mental a través del sonido, las imágenes y el documento que el viaje ha generado». Ventanas de la modernidad, ventanas electrónicas abiertas a un mundo interior al que el zamorano Rafael Guzmán pretende que el espectador se asome. Lugar: Sala Lucio Muñoz, (delegación de la Junta). Hora: Lunes a viernes de 10.00 a 14.00 y de 18.00 a 20.00. Sábados de 12.00 a 14.00.

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