La Junta «tapará» el monasterio de Escalada con un quiosco de madera

La Junta planea colocar un cubo de madera frente al monasterio de San Miguel de Escalada con el fin de informar acerca de la historia del templo así como del proyecto de rehabilitación del cenobio. De esta especie de quiosco saldrá una pasarela a través de la cual los visitantes llegarán directamente al templo mozárabe. En el interior de este cubo se dispondrán superficies informativas y ornamentales que orientarán al visitante acerca del monumento que se dispone a admirar. La iniciativa se materializará el próximo mes y lleva por título Proyecto cultural Escalas. Además de esta especie de ingenio promocional, el plan contempla la proyección de un vídeo en el interior de la torre románica, espacio que se formuló en un principio como centro de interpretación pero que, varios años después, continúa vacío. En este documental se proyectarán imágenes de los tesoros del monasterio. Restauración de las cubiertas En este sentido, la Junta acometerá en los próximos meses el proyecto de adecuación del entorno, restauración de cubiertas y protección de los restos arqueológicos. El objetivo de estos trabajos -que tienen un presupuesto de 185.000 euros- es restituir la techumbre del monasterio y paliar la humedad que pone en peligro la zona que une las dos iglesias (mozárabe y medieval). Para ello, se rehabilitarán las cubiertas laterales del conjunto mozárabe así como la fachada noreste del templo. Además, en este proyecto -que ha realizado el arquitecto Andrés Lozano- la Junta tiene la intención de consolidar las tumbas de los monjes que se encontraron durante los trabajos de excavación arqueológica que terminaron en el año 2004. Para ello, se limpiará la zona y se protegerán -probablemente con mortero de consolidación- los restos sin desvirtuarlos, es decir, sin introducir elementos que puedan distorsionar el entorno. De manera paralela, la Consejería ha encargado el estudio histórico, artístico y documental. El objetivo es realizar una investigación completa del monumento, con la compilación de toda la documentación de archivos, inventario de los elementos muebles procedentes del cenobio. Además, esta iniciativa se completará con un proyecto en tres dimensiones del templo y de las joyas que acogió. Otro de los planes de la Junta es la lectura de paramentos. Se documentará la historia del edificio a través de las edades de sus elementos constructivos en una suerte de investigación cronoestatigráfica. Por último, el proyecto también prevé el estudio de los restos textiles que se hallaron en las tumbas de los monjes. El hecho de que en este monasterio se encontraran los restos de personajes relevantes -caso del confesor de Felipe II- hace que los ropajes encontrados tengan gran valor. Estos materiales serán analizados y, en los casos en que sea posible, se procederá a su restauración en Simancas. Estudio antropológico Incluido en este proyecto está el análisis antropológico de los cuerpos hallados durante la excavación del 2004. Esta investigación -realizada por Luis Caro Dobón y Edén Fernández- comenzó en el mes de mayo después de un más que complicado trabajo de identificación. Hasta el momento, se han estudiado alrededor de un centenar de individuos del total de más de 400 que se encontraron en la necrópolis del monasterio. De ellos, 63 -33 varones y 30 mujeres- superan los 21 años de edad, con lo que están dentro de la edad adulta. De los 28 restantes, once pertenecen a cuerpos infantiles. Los antropólogos subrayan que, al menos hasta el momento, se han encontrado pocos esqueletos completos o que estén bien representados. Uno de los descubrimientos más llamativos de la investigación es que la mayoría de los cráneos no conserven el esplacnocráneo -la cara-, sino que tan sólo aparece la parte correspondiente al neurocráneo. Otro de los hallazgos se refiere al hecho de que las tumbas, incluidos los sarcófagos, aparecen con reducción de restos. Éstos últimos cuentan con un número mínimo de 20 individuos, a los que hay que sumar uno más, el mejor conservado de todos los que aparecen en la necrópolis, que corresponde al prior don Antonio de Guevara, que se encuentra parcialmente momificado. Según la memoria arqueológica, falleció el 26 de marzo de 1597, a los 63 años, tras 27 años como capellán del Rey Felipe II. Los investigadores resaltan que es la primera vez que encuentran restos momificados en una necrópolis.