Diario de León

Artista

«No me interesa hacer arte si a la gente no le llega o no lo entiende»

El artista madrileño inaugura el sábado en el Laboratorio 987 del Musac la exposición «Gallo rojo, gallo negro», un conjunto de pinturas en las que «reinventa» el arte naif

El artista madrileño Antonio Ballester Moreno, que inaugura el sábado exposición en el Musac

El artista madrileño Antonio Ballester Moreno, que inaugura el sábado exposición en el Musac

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Antonio Ballester Moreno (Madrid, 1977) es un artista sencillo, lo que cual resulta tan sorprendente como su pintura. En una época dominada por el vídeo y otros lenguajes apenas comprensibles por el espectador, Ballester reivindica la sencillez, la vuelta a lo esencial. Su proyecto, Gallo rojo, gallo negro, realizado específicamente parra el Musac, «reinventa» el arte naif... -El título de su exposición, «Gallo rojo, gallo negro», nombre de una canción de Chicho Sánchez Ferlosio, fue un himno contra el franquismo, pero usted ni siquiera había nacido. ¿Quiere reivindicar algo? -Aparte de las connotaciones políticas, me interesa, sobretodo, la canción, que es una pelea entre el rojo y el negro, lo que me daba pie a mi forma de trabajar, que, al final, son los colores que vas poniendo sobre la tela. No sólo el rojo y el negro, sino la confrontación de colores. Esa canción para mí es pura pintura; y esa es la lucha del pintor, la elección del color, aparte de la figuración. Y la connotación política que tiene la canción me interesa, pero de una manera descontextualizada. -¿Cuáles son sus referentes? -Mis referentes y lo que he leído últimamente tiene que ver con la estética anarquista. Desde Debuffet a Tolstoi o Richard Wagner son una fuente importante. Empecé a pintar hace no mucho y me planteé pintar como un ejercicio creativo, no pararme en la técnica, sino pintar con libertad. Pintar como un niño, sin preocupaciones¿ Vaciarme de todo mi bagaje, quitar los prejuicios que pudiera tener con la pintura¿ En la Facultad pintar era un martirio. Pensaba que era muy difícil. -Su pintura recuerda a Picasso a Mattise y al movimiento naif, ¿reivindica la difícil facilidad? -Me interesa la modernidad, Mattise, Paul Klee, Picasso¿ y también la forma de trabajar y los temas que elegían. En esta exposición no verás un coche o un elemento tecnológico, a excepción de una guitarra o un altavoz. Voy buscando los elementos naif, que, al final, son la vida. La vida es la naturaleza. -Muchos artistas consideran la artesanía un arte menor. Sin embargo, usted la ensalza. -Sí, mis referentes a nivel visual son de la artesanía, del arte folclórico de todo el mundo (de México, Polonia, Rusia, España¿), para perder esa barrera del Arte con mayúsculas y la artesanía. Un artesano hace. Y eso me interesa. A partir de que hago, se forman las ideas. Busco la soltura del artesano. No importa el fallo. -El Laboratorio 987 es la sala más experimental del Musac, aunque ha acogido algunas de las mejores exposiciones del museo. ¿Cómo lo ve usted? -Es un orgullo estar aquí. -¿Conocía ya el Musac? -Sí, ya había venido. -¿Hay alguna diferencia entre exponer en el Laboratorio 987 y las otras salas? -No me importa la sala. Me da igual una que otra. El Laboratorio tiene la libertad que no tienen las otras y eso da más frescura. Aquí hace uno lo que le da la gana, sin la presión de los comisarios. -¿Cómo se planifica una exposición específica para una sala concreta del Musac? -Cuando me lo propusieron hace un año, que era un desconocido excepto para el Musac, ese mismo día vino un galerista americano y me llevó toda la obra que tenía. Lo del galerista suena bien, pero a mí lo que me puso nervioso fue lo del Musac. -¿La exposición tiene un hilo conductor? -Realmente, no. No se me da bien articular un proyecto a priori. No hay una idea preconcebida. Las ideas se van formando según voy trabajando. Con el trabajo ya hecho podría hablar de algo cerrado, aunque tampoco es una idea cerrada. Es un proyecto más vital que otra cosa. -En una época en la que el arte pasa por mostrar cadáveres disecados o basura que el espectador no sabe si forma o no parte de la exposición, sus dibujos infantiles y sencillos sí que son una sorpresa... -Es que mis intereses van por otro lado. Las cosas sencillas, al final, son las más importantes. No me interesa hacer arte o pintar si a la gente no le llega o no lo entiende. Para mí, esta profesión, a cuanta más gente llegue, mejor... -El arte es actualmente sobre todo un refugio de inversores y especuladores¿ ¿le preocupa? -Es una consecuencia de lo que estamos viviendo. No entiendo el arte como inversión. Que el coleccionista de turno pague en negro me da igual. Es una realidad y consecuencia de otras cosas. -¿Quién dice qué vale y que no en arte? -No sabría contestar. Sé lo que vale para mí y lo que no vale. Pero ciertamente se necesitan apoyos, padrinos y gente que te impulse, como en mi caso ha sido el Musac o un galerista¿ esos son los que tienen la voz cantante. -¿No cree que el arte ha perdido su capacidad para mover conciencias? -Sí y no. Se puede ver desde el punto de vista de que el arte de hoy no lo entiende nadie y vas a una exposición y parece un parque temático. Pero, en general, no quiero cambiar la conciencia, quiero contar algo y que la gente se dé cuenta de ese tipo de cosas. Cada vez soy más naif y pienso que mi trabajo lo comparo con el del fontanero o el del carpintero, que hace una mesa y, por el hecho de hacerla, es importante. El mundo de las ideas, a veces, se queda en eso; yo creo que hay que ser hacedor. -El artista es imprescindible que sea.... -Trabajador más que otra cosa. -¿Trabajador o profesional? -Claro. -¿Por qué la pintura, que fue el arte por excelencia, se ha quedado arrinconada? -Empecé en Alemania el arte multimedia, los audiovisuales y la fotografía. Y hace tres años dije hasta aquí. Fue una especie de rebeldía contra la tecnología. Cuando iba a una exposición me parecía todo frío e igual. Elegí la pintura por antitecnología. Dije: voy a hacer mi arte con mis manos. Me interesa volver a lo primero. -¿Qué quiere decir con su cuadro «Girls against boys» (chicas contra chicos)? -Quizá en la exposición del Musac está descontextualizado. Pero el año pasado me di cuenta de que sólo pintaba mujeres. Girls Against Boys es un grupo de música. -¿Y por qué pinta mujeres? -No sé por qué ni le doy más importancia. -Hábleme de sus personajes y de la naturaleza que hay en sus obras... -Los hombres no dejamos de ser animales. Por eso, me interesaba esa comunicación no verbal del hombre con un perro o un pájaro. La vida es naturaleza, es tierra. Lo revolucionario hoy en día es ser cura, no por ideología, sino frente a ese mundo consumista, por la idea de vida de renuncia. Con la pintura encontré lo que iba buscando, lo que realmente importa...

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