El Mercado ilumina sus frescos

Enrique García, cura párroco de la iglesia del Mercado, ha cumplido su sueño. Peleó durante años para que los frescos barrocos del camarín fueran restaurados. Algunos expertos, al detectar grietas amenazadoras, fueron drásticos sobre la supervivencia de las pinturas si no se actuaba de inmediato. El Gobierno, finalmente, destinó una partida de 83.000 euros. «Parece mentira que seamos los rojos los que tengamos que arreglar cosas de la iglesia», le comentó el alcalde, Francisco Fernández, al parroco, quien replicó: «Los rojos no, los alcaldes...». La restauración llevada a cabo por la empresa leonesa Decolesa permite contemplar en su esplendor una pinturas anónimas fechadas en 1713, aunque se sospecha que algunas son anteriores. A lo largo de los años habían sufrido retoques, repintes y el inexorable desgaste del paso del tiempo. Los murales, que se encontraban en algunas zonas muy estropeados, decoran con gran riqueza de colorido el camarín, lugar que se construyó, tras la demolición de un antiguo ábside, para que los fieles accediesen al templo. La restauración comenzó en febrero. El parróco, satisfecho con el resultado, tenía una espina: «No se veían por falta de iluminación. Era una pena». Al final, logró que el concejal de Cultura Leonesa, Abel Pardo, asumiera la iluminación de los frescos, en los que el Ayuntamiento ha invertido 3.000 euros. La decoración prueba que fueron realizadas por varios artistas. En el nivel interior están «retratados» los ocho profetas del Antiguo Testamento; en la parte central se encuentran San Agustín, Gregorio Magno, San Juan Crisóstomo y San Jerónimo, padres de la Iglesia; y en el nivel inferior hay paisajes, pájaros, árboles... Este año, la iglesia del Mercado, situada a pocos metros de la hospedería de las Carbajalas, ha sido visitada por casi 19.000 personas, la mayoría de ellas peregrinos del Camino de Santiago.