Diario de León

Grupo de música

«Haber tocado en el viejo Riaño es un recuerdo imborrable»

La banda vallisoletana nacida en el barrio de Delicias tiene el honor de pertenecer a un selecto club inexistente de artistas que dejaron su obra volátil bajo las aguas del actual pantano

Imagen de archivo de Jesús Cifuentes, cantante de Celtas Cortos, en concierto en Hospital de Órbigo

Imagen de archivo de Jesús Cifuentes, cantante de Celtas Cortos, en concierto en Hospital de Órbigo

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Pacho Rodríguez - madrid
León

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En algunos casos, tantos años en la carretera musical han dado hasta para haber tocado en territorios ya inexistentes, casi imaginarios, borrados del mapa. Como Riaño. Esto no le pasa a cualquiera, pero si se lleva en el negocio de la música desde 1984 y una serie de casualidades se dan, como se dieron en su día, resulta que ahora Celtas Cortos, la banda vallisoletana nacida en el barrio de Delicias, tiene el honor de pertenecer a un selecto club, por otra parte también inexistente, que es el que formarían aquellos artistas que dejaron su obra volátil bajo las aguas del actual pantano. Ellos, los ocho celtas de Pucela, lo recuerdan entre montones de anécdotas vividas a partir de ese momento en el que tres de ellos, Goyo, César y Carlos, decidieron, entre clase y clase del instituto, montar un grupo. Su última propuesta se llama 40 de abril, un disco con el giran por España con más éxito que el que cosechan otros precedidos por insoportables campañas discográficas. Venden honestidad y rock'n roll celta. Y con muchas canciones ponen a botar al respetable, joven y talludito, como cuando empiezan con aquello de 20 de abril del 90¿. Se mantienen. Riaño fue el que no sobrevivió. -Sin escándalos ni sobresaltos, han pisado casi todos los escenarios de España, ¿recuerdan sus conciertos leoneses? -Pues uno en especial, sí. Nosotros, cuando llevábamos poco en esto, tocamos en Riaño, pero en el Riaño de verdad, el que está inundado. Haber tocado en el viejo Riaño, e implicarse con la gente, es un recuerdo imborrable. -Prueba superada. ¿Y qué les mueve ahora para seguir? -Nos quedamos con las energías con las que salimos a tocar y la respuesta de la gente. También, con cómo se mezclan los más jóvenes y los más mayores. ¡Seguimos teniendo momentos apoteósicos! -¿Se sienten ya un grupo histórico? -Es difícil saber cómo se siente un grupo histórico. Hombre, cuando te encuentras con alguien y te dice que te vio en no sé qué sitio hace muchos años, piensas: Pues sí que llevamos años¿ En realidad, nosotros somos unos trabajadores que intentan que no les despidan. -¿Su conexión celta les ha garantizado tener más aceptación en algunos puntos de España? -No te creas. Por ejemplo, no se puede decir que toquemos más en el Norte que en Sur, si es a lo que te refieres. Y puede que echemos de menos tocar más, por ejemplo, en Cantabria o en Galicia, a donde vamos muy poco y nos encantaría ir. Y, por supuesto, tocar en Irlanda sería un placer. Habrá que mirarlo¿ -Con este «40 de abril» parece que Celtas Cortos vuelve a sonar con fuerza. ¿A qué creen que se debe? -Entre todos, nos hemos vuelto a poner en forma y hemos recuperado nuestra más pura esencia. Es un disco muy del sonido de Celtas Cortos, con rock'n roll celta, que es lo que hacemos y con una maquinaria muy engrasada que se traduce en conciertos intensos en los que tanto el público como nosotros se lo pasa en grande. -¿La ida y venida de Jesús Cifuentes, cantante carismático y cabeza visible de la banda, les afectó? -Es que nuca tuvimos la sensación de habernos desconectado. Nos seguíamos viendo e, incluso, conociendo lo que hacía cada uno. Cifu, lo que tiene y lo que aporta son unos contenidos literarios únicos, que hacen que las canciones sean más completas y más poéticas. Y con este disco se ha salido. -Ustedes siempre han prescindido de vivir en Madrid. ¿Cómo hacen posible estar en el mercado sin depender de la capital? -A Madrid vamos lo menos posible. Si hay que ir a promocionar o a grabar o a lo que sea, no hay problema, nos lo pasamos bien, pero pensamos que no es necesario vivir allí tal y como están las cosas y con los medios con los que uno puede contar. Hoy en día se puede hacer todo desde casa. Es más, animamos a la gente a que se quede en sus lugares de origen y allí creen y desarrollen sus proyectos.

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