El DA2 recorre la historia del rock a través de las imágenes de 50 fotógrafos
Los autores Andy Warhol, Stephen Shore, Billy Name, Raoul Haussman, Jamie Reid, Janet Cardiff, Alejandro Vidal y Félix Curto son algunas de las 50 firmas a través de las que el Festival de Fotografía de Castilla y León, Explorafoto 08, acerca al espectador la relación entre arte y rock desde la década de los 50. Se trata del compendio final de la apuesta expositiva que Explorafoto ha presentado en esta edición y que se congrega en el DA2 de Salamanca con una selección de fotografías, videomontajes, instalaciones sonoras, multimedia y pintura. Rock My Religion da título al mismo tiempo al festival y a esta exposición que, en palabras del director de Explorafoto 08, Javier Panera, «es la muestra más importante que se ha hecho hasta el momento en Europa, y quizá en Estados Unidos» en torno a las relaciones entre este tipo de música y el arte. Todas las portadas Todo el DA2 se ha transformado en un proyecto expositivo que arranca en la década de los años 60 -aunque el festival en general abarca desde la década anterior- con las vinculaciones de Warhol con el rock, y en un área en la que se pueden ver el retrato realizado por éste a Mick Jagger o las portadas de diferentes discos, también ideadas por el creador americano. El Punk se ha abordado como un espacio aparte en el proyecto más complejo sobre este movimiento que se ha presentado hasta el momento en el continente, ha precisado. Panera ha destacado en rueda de prensa que «se ha insistido mucho en la vertiente política del rock», por lo que las evidencias entre ambos aparecen por todo el espacio expositivo. Entre las piezas más destacadas de la exposición figura el vídeo de Dan Graham que da nombre al festival y al propio montaje, así como la instalación fotoescultórica del canadiense Rodney Graham. Yoko Ono, Nam June o Paik, reconstruyendo cada uno a su manera a The Beatles, son también protagonistas de un montaje que se aleja de la concepción formal de cualquier exposición. En medio de la sala que antes ocupaba el corredor de la antigua cárcel de Salamanca se ha instalado una batería y un bajo que pueden ser tocados por cualquiera de los visitantes.