Se superó el dique seco

León sufre un grave déficit de publicaciones orientadas a la investigación y a la divulgación. Sólo Tierras de León , del Instituto Leonés de Cultura, ha venido paliando esa triste carencia. Por eso resultaba del todo imperdonable que en el 2005 se hubiera detenido su publicación: afortunadamente, en la primavera de este año se retomó el ritmo de la misma con una exposición sobre su fecunda trayectoria. Otras colecciones que se habían detenido de forma inexplicable eran Memoria de la palabra (creada en 2003 con tres únicos ejemplares, su propósito era rescatar obras de autores leoneses desconocidas o agotadas, y que supusieran un acercamiento a las diferentes personalidades de las comarcas leonesas), que también se ha rescatado ahora; y los venerables Breviarios de la calle del Pez , serie coordinada por Luis Mateo Díez, José María Merino y Juan Pedro Aparicio en la que han escrito los principales autores de esta tierra sobre todo tipo de temas. Ya en 2006 este periódico alertaba de su desaparición; ahora, la Diputación comunica que aparecerán dos nuevas obras, y es de suponer que sean las últimas sobre las que el ILC estaba trabajando, un libro de Félix Pacho y otro de Martín Galindo sobre el León del siglo XVII. En este comunicado, el ILC informa de que, dentro de la colección poética Provincia (cuyo premio, asimismo abandonado, se ha vuelto a convocar este año) se ha publicado Empezar por el número tres , de Luis Artigue «y están en imprenta otros dos poemarios». Y dentro de la serie Memoria gráfica de León (encabezada por el solitario número dedicado al francés Loty), el ILC recuerda que está editando el catálogo correspondiente a la obra del fotógrafo berciano Bernardo Alonso Villarejo. Las nuevas publicaciones Además, se ha publicado, según la citada información, el libro León. Homenaje a Santiago García ; el segundo número de la revista Cuadernos de arquitectura , en esta ocasión dedicado a los valles occidentales de Laciana, Babia y Omaña, escrito, como el primero, por José Luis García Grinda; la edición de El aeródromo de León y la revolución de Asturias de 1934 , de Manuel González Álvarez; la segunda edición de Palacio de los Guzmanes. Sede de la Diputación Provincial de Wenceslao Álvarez Oblanca; La transición en León (1973-1982) de Pedro Víctor Fernández y, por último, la edición de La Biblia y Alcorán de Gregorio Romero Larrañaga, en edición de Pilar Vega Rodríguez. De entre éstos hay que destacar los Cuadernos de arquitectura , puesto que su objetivo es acabar con el «feísmo» arquitectónico tan extendido en nuestra tierra y, además de mostrar cuáles son los rasgos y tipologías constructivas propias de nuestras comarcas, ofrecer ideas y soluciones a aquellos que deseen rehabilitar sus casas tradicionales o elevar nuevos edificios con el estilo autóctono y guapo de siempre. «En cuanto a la promoción de la cultura, la Diputación Leonesa tiene en marcha la convocatoria de la 17ª Bienal de Poesía Provincia de León , que se fallará en diciembre, y la convocatoria del concurso Libro Leonés 2007, dotado con 1.000 euros cada una de las cuatro modalidades y con 2.000 euros para la adquisición de publicaciones a cada uno de los editores de las obras premiadas», según han comunicado desde el Instituto. La institución provincial, además, «dona cada año ejemplares de sus publicaciones a los ayuntamientos, juntas vecinales y asociaciones culturales que así lo demandan», informan. Pero entre las buenas ideas que aún siguen paradas, no hay que dejar de citar el Premio al Fomento de la Cultura Leonesa, que en su primera y única edición recayó en el grupo de folclore y cultura tradicional Tenada. El galardón había sido creado por el entonces director del Instituto Leonés de Cultura, Alfonso García (en el 2003) y años después el colectivo sigue manifestando su malestar por la no continuidad del premio. Por último, otras actividades que tampoco se han vuelto a convocar han sido las interesantes Ayudas a la Creación Joven y el Premio de Novela Corta denominado «Tierras de León».