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Actor

«Ahora hago televisión porque me dan muy buenos papeles»

El angustiado padre de «Desaparecida» será un meticuloso policía en la serie que estrena La 1, «Guante blanco»

El actor Carlos Hipólito en una de sus actuaciones teatrales

Publicado por
Mercedes Rodríguez - madrid
León

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La televisión ha logrado interesar a Carlos Hipólito, un actor de prestigio en la escena española, donde ha intervenido en obras clásicas o comedias contemporáneas como Arte . Le habían tentado con alguna comedia de otras décadas pero Hipólito no se deja seducir por la fama, y no decidió saltar al medio hasta que cayó en su mano el papel del angustiado padre de Desaparecida . Uno de los autores de este recordado drama, Ramón Campos, ha puesto en pie otra serie que ha convencido al veterano actor, Guante blanco . Será la historia de una persecución obsesiva que recuerda a la de El fugitivo , pero blanca y para un público familiar. -Ha pasado poco tiempo desde el final de «Desparecida». Puede que el espectador todavía tenga reciente su imagen de padre desesperado -Este nuevo personaje no creo que recuerde nada a Alfredo Marcos de Desaparecida . He intentado poner en marcha otros registros. El inspector Valle también es también un hombre muy íntegro, leal, honrado y buen padre de familia, aspectos comunes a Alfredo Marcos, pero su profesión de policía y su reciente viudedad le distinguen del anterior. Es un hombre herido, adusto, pero poco a poco los robos que hace Mario Pastor le van devolviendo a la vida y a la pasión por el trabajo, algo que había perdido. -Su vida ha estado entregada al teatro ¿Por qué ahora tanta televisión? -Siempre voy donde está el mejor personaje. Cuando representaba El misántropo con Adolfo Marsillach me ofrecieron un papel en Ay, señor, señor , el del cura joven que luego interpretó Javier Cámara. En ese momento me parecía más interesante hacer la obra de teatro, aunque ya sabía que me iba a hacer más famoso con la televisión. Pero es que a mí nunca me ha interesado la popularidad. Hago más televisión porque me dan buenos papeles, me ofrecieron el personaje de Desaparecida que era un regalo maravilloso. Y como el mismo productor me ofrece este otro proyecto que es un bombón, un personaje con muchas caras, muy rico, con muchas facetas, me tiré de cabeza. Además, estaba un poco saturado del teatro porque me he pasado la vida en un escenario. -¿Cree que se hace ahora mejor televisión? -Decir eso sería una pedantería por mi parte. A mí me ha tocado este momento, pero eso no quiere decir que no se haya hecho televisión buenísima hace años, como Los gozos y las sombras o Fortunata y Jacinta . El hecho que ahora haya más actores de teatro y de cine que hacen televisión se debe a que por fin se han roto las barreras que encasillaban a los actores por medios. -Va de éxito en éxito, en teatro y en televisión -Tengo una suerte enorme, que influye mucho, aunque quiero pensar que también voy recogiendo el fruto del trabajo de tantos años. En la medida que puedo elegir procuro aceptar los trabajos en función de la calidad, que no siempre garantiza el éxito. -¿Cómo es su relación con el otro personaje, el ladrón? -En la serie no nos vemos nunca. No coincido con él en el rodaje, y sólo al final de la historia nos vamos a juntar y se explicarán ciertas incógnitas. Cada capítulo empieza quince años después de esa persecución, en un flash back, con un interrogatorio al policía sobre el ladrón sin que se sepa por qué.