| Entrevista | Amparo Baró |
«Mientras la gente quiera verme no me voy a retirar»
La veterana actriz, de 71 años, vuelve a triunfar en la pequeña pantalla como la misteriosa gobernanta de la serie de ficción «El internado», líder de audiencia en su franja horaria
En su cara se reflejan la veteranía y la frescura interpretativa a pesar de sus 71 años. Buena parte de ellos transcurridos en escenarios y platós. Amparo Baró fue uno de los rostros indispensables de las primeras series de televisión en blanco y negro y la protagonista de los títulos más sonados del teatro español. Ahora se siente como pez en el agua rodeada de adolescentes que la acompañan en el rodaje de la serie El internado (Antena 3), que esta semana ha estrenado su cuarta temporada como líder de audiencia. -¿Cómo define su personaje en «El internado»? -Jacinta, la gobernanta, es una mujer dura de pelar. Tiene un carácter muy fuerte pero con un corazón enorme. Al principio de la serie podía parecer incluso cruel por los misterios que encierra, pero es inmensamente buena. -Jacinta lo sabe todo¿ -Por supuesto. Es la única del internado que conoce sus secretos y conoce la vida de cada uno de los niños, que algunos fueron adoptados, otros desaparecieron, o cosas más terribles. -¿Va a ayudar a los chicos jóvenes a descubrir esos secretos? -Como Amparo me encantaría que Jacinta diera ese vuelco. Pero en esta temporada mi personaje tendrá un problema muy serio y difícil de solucionar. Acabará en un juicio acusada de asesinato, aunque pagará su fianza. -¿El desarrollo del personaje se va a complicar? -Se irá viendo poco a poco. Desarrollar un personaje no es fácil pero con mis 71 y un gran bagaje vengo muy entrenada. No hay más misterios en este oficio que trabajar y curtirse. -Ha aprendido de grandes maestros y ahora tiene alumnos trabajando con usted. ¿Qué les dice a esos jóvenes actores? -Siempre les digo que tienen que estar seguros de querer ser actores y no famosos. Que ser bueno se consigue practicando, escuchando, leyendo y sobre todo observando. También es importante no encasillarse en un papel, hay que hacer de todo. -¿Tienen incentivos parecidos a los que tenía usted? -En absoluto. Son muy diferentes, yo aprendí en otra época que no tiene nada que ver con esta. Un actor joven tiene a su favor el reconocimiento del público, en un día les ven cuatro millones de personas. Yo empecé en el teatro y me costó años que me viera tanta gente. -¿Qué aprende de los jóvenes? -La espontaneidad y a vivir el día a día. Ellos tienen una forma moderna y activa de aprovechar la vida. Son muy naturales y eso me encanta. -¿Se ve muchos años más delante de las cámaras? -Dejé de verme hace tiempo, cuando me jubilé a los 65 años. Creo que siempre he tenido mucha suerte y cuando me ofrecieron el papel puse la condición de no trabajar más de dos días a la semana, ya que estoy algo cansada. Pero mientras la gente quiera verme en la tele no me voy a retirar.