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El catalán se inspiró en las pinturas de El Bosco y en Las Parcas

Una exposición muestra las candilejas de Pablo Picasso y Dalí

Los artistas diseñaron los trajes para «El sombrero de tres picos» y «Don Juan Tenorio»

Imagen de uno de los diseños de Dalí para «Don Juan Tenorio»

Publicado por
Juan Vicente Muñoz Lacuna - toledo
León

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Picasso y Dalí en el teatro , o cómo dos genios de la pintura del siglo XX ejercieron una influencia sustancial en otra de las bellas artes. Con tal título se despliega una exposición que puede verse en el antiguo convento de la Merced, de Ciudad Real, un montaje en el que a través de casi un centenar de piezas se muestran las aportaciones que estos dos artistas realizaron al teatro modernizando vestuarios y escenografías. Los trajes, vestidos, maquetas, figurines, carteles, peinetas, telones y programas diseñados por el malagueño y el de Cadaqués proceden de los fondos del Museo Nacional del Teatro, en Almagro, y es la primera vez que esta institución los muestra al público, restaurados y limpiados tras décadas almacenados. La muestra puede visitarse hasta el 12 de enero y discurre sobre dos ejes: los diseños de decorado y vestuario de Pablo Picasso para Le Tricorne (1919), adaptación de El sombrero de tres picos, de Pedro Antonio de Alarcón, con música de Manuel de Falla, y los de Salvador Dalí para Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, en 1949, 1950 y 1964. «Es la primera vez que en una exposición se reúne a los dos grandes pintores españoles contemporáneos y, a su vez, a dos grandes renovadores en el teatro». Demasiado audaces Así resume el contenido de esta exposición Andrés Peláez, director del Museo Nacional del Teatro y uno de los dos comisarios de la muestra junto a Isabel Quintana. «Los dos ayudaron a que España destacara en la renovación de las artes escénicas y en la introducción de las vanguardias ya que el teatro se convierte en un medio oportuno para conseguir que estas radicales transformaciones sean aceptadas por un público mayoritario», sostiene el comisario. De hecho, los diseños surrealistas que Dalí ideó para el Don Juan dirigido por Luis Escobar en 1949 no gustaron al público. Demasiado audaces: la capa que llevaba Don Juan pintada por Dalí, máscaras inspiradas en las pinturas de El Bosco y Las Parcas, esculturas mitad insecto y mitad personajes de otro mundo que siempre seguían a la figura de Don Juan representando a la muerte. Curiosamente, el actor que encarnaba la primera parca era un jovencísimo Miguel Narros que años después se convirtió en uno de los mejores directores teatrales del siglo XX. Picasso y el ballet ruso El acercamiento de Picasso a la escenografía teatral en 1919 hay que agradecérselo al ruso Sergei Diaguilev que, según Andrés Peláez, «era una cabeza privilegiada y entendió que la renovación escénica tenía que venir de la mano de los grandes pintores». «Diaguilev quiso crear un ballet absolutamente español, eligió El sombrero de tres picos, quiso que la música fuera de Manuel de Falla y quería que un gran pintor español creara sus diseños. Y Picasso se entusiasmó con el tema», explica el comisario. Tanto Picasso como Dalí se sumaron así a la corriente descubierta a principios del siglo XX por artistas que encontraron en el diseño de figurines y escenografías para teatro una ocasión para ampliar sus conocimientos pictóricos y un espacio idóneo donde mostrar sus trabajos, experimentar y trabajar con absoluta libertad. En este sentido, los dos títulos elegidos por Picasso y Dalí permiten reflexionar sobre la interpretación que de lo español se hace en el arte del siglo XX.