Diario de León

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Corrigiendo a los maestros

El salmantino Rafa Sendín muestra su sorprendente «Juego de espejos» en la galería Cubo Azul, donde el propio espectador puede «protagonizar» las imágenes de reconocidos fotógrafos

Rafa Sendín, reflejado en uno de sus propios montajes

Rafa Sendín, reflejado en uno de sus propios montajes

Publicado por
Marcelino Cuevas - león
León

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Parece que los artistas del siglo XXI se han empeñado el enmendar la plana a los maestros. No es que la cosa sea nueva, pues ya en el XX se actuó con descaro sobre los iconos plásticos de la historia del arte. Recordemos los bigotes que un osado pintara a la Gioconda. Y estos días ha sido noticia a nivel mundial la exposición realizada por el pintor y fotógrafo José Manuel Ballester, que con inusitada maestría y la ayuda de la informática ha dejado desiertos los escenarios en los que pintaron sus obras Botticelli, Vermeer o Fra Angélico. Rafa Sendín presenta ahora en Cubo Azul una muestra a la que ha llamado Juego de espejos . En ella, el artista salmantino sorprende al espectador con unas obras de gran tamaño en las que retratos realizados por conocidos fotógrafos han sido intervenidos, desapareciendo de ellos el personaje, quedando solamente el escenario y el contorno del protagonista, su silueta, que ha sido ocupada por un espejo. El espectador, protagonista El resultado de esta intervención es sorprendente y sugerente, pasando a ser parte de la obra el espacio de la sala y los espectadores que ven sus propias imágenes reflejadas en los espejos. Un juego sugerente y lleno de posibilidades que creemos tendría un componente más lúdico, si los visitantes de la exposición tuvieran señalados unos lugares desde los que poder convertirse por un momento en los protagonistas de las obras fotográficas intervenidas suplantando al personaje real. «Es evidente que el hecho de elegir un espejo para sustituir a los sujetos -comenta Alberto Martín- implica una inmediata subversión de la mirada. La omnipresente idea de la fotografía que nos mira y nos interpela, así como la regla de oro del retrato clásico acerca de la convergencia del rostro sobre los ojos y la mirada, son sustituidas por una doble mirada convergente del espectador: sobre la fotografía y sobre sí mismo. Un encuentro inesperado. El retrato ya no consiste en el reconocimiento en el otro, sino en el reconocimiento en uno mismo. No cabe duda de que esta alteración de las reglas del retrato se hace eco de la necesidad que tiene este género de someterse a una profunda reactivación para seguir dando cuenta del sujeto. El sujeto aquí es el propio espectador, confrontado a una imagen que no es la suya pero cuyo lugar ocupa». Rafa Sendín ya ha visitado León en otras ocasiones y siempre con obras sorprendentes. Así cuenta su pequeña historia: «Desde siempre me ha interesado todo lo relacionado con el arte y tenía claro que era a esto a lo que me quería dedicar. Muy pronto comencé a visitar exposiciones, a comprar libros de arte y a experimentar con los materiales. Se puede decir que soy autodidacta, pues no opté por una formación académica, pero sí que he asistido a talleres de artista que me han influido considerablemente, como los impartidos por Nacho Criado, Cristian Bolstanski, Rogelio López Cuenca, y sobre todo por Gabriel Orozco». Rafa Sendín nació en Salamanca en 1971, aunque reside en Coria (Cáceres), desde donde desarrolla su actividad artística. Se expresa mediante técnicas diferentes como la pintura, la escultura, la instalación, el vídeo y la fotografía, e indaga sobre el concepto de libertad, aprovechando los imprevistos que nos ofrecen el azar, la intuición y el instinto, y sabiendo sacar provecho de los errores y equivocaciones. Horario: de lunes a viernes de 17.30 a 21.00, sábados de 12.00 a 14.00. La sala está en la calle San Lorenzo, 2, cerca de la Catedral.

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