Divo

EN ESTA oleada italiana de talento cinematográfico que por fin nos llega, un título que hará historia, Il Divo, refuerza adecuadamente a Gomorra, con su fondo de thriller político, de cine social, de rodaje efectivo y actores que sostienen la pantalla. Matteo Garrone ha hecho su eficaz y creíble Gomorra en compañía del testimonio de Roberto Saviano. Il Divo está concebido por otro director fascinante, profundo y ágil, Paolo Sorrentino. Hay mucho de común en ambas obras, que son muy diferentes. Pero lo que las une en carne y hueso es la actuación en ambas de Toni Servillo. Un actor para descubrirse. He visto pasearse a Giulio Andreotti, otrora factotum de la política italiana durante 40 años, por el aeropuerto de Ginebra, andando de perfil con una figura imposible escondiendo bajo el abrigo acumulados secretos de Estado. El cine de ficción italiano ha atacado el personaje, elaborando un retrato íntimo del corazón del poder, pegado al personaje, respirando en sus poros en la piel de Toni Servillo. El contrapunto está en las escenas de acción de los crímenes mafiosos y políticos rodadas con modernidad y maestría por Sorrentino. Canal Arte patrocina su estreno español dentro del Sevilla Festival de Cine Europeo, en el que Il Divo concursa en la sección Eurimages. La imagen inicial ya marca el tono íntimo que va a tomar el director para meternos en la historia. Quién es este hombre, cómo vive y con qué disfruta para que su vida esté dedicada a manejar los lazos con los poderes y hasta con las redes ilegales y secretas, como la mafia. Esta línea cinematográfica ha relanzado el interés por el cine italiano, pero sobre todo demuestra una nueva vía de trabajo para esta cinematografía que nos es tan cercana en su apuesta por el cine como instrumento para contar historias comprometidas y directas, con una factura cinematográfica de gran altura. Y es nuestro verdadero Divo, el gran Toni Servillo, quien sirve el traje del actor para hacer creíble ese mundo tan real que en la gran pantalla adquiere dimensiones aún más palpables. Un cine de la verdad, con actores reales.