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Pintura flamenca y digital

La artista cántabra Carmen Van den Eynde presenta «Jardín» en El Albéitar, una exposición basada en la pintura del siglo XVI

Publicado por
Marcelino Cuevas - león
León

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Cuando un artista es capaz de echar la vista atrás y reinventar la belleza de un momento lejano en el tiempo, los resultados suelen ser muy gratificantes. Carmen Van den Eynde, haciendo honor a su apellido, y a pesar de haber nacido en la vecina Cantabria, puso su objetivo sobre los pintores flamencos del siglo XVI y, más concretamente, en sus cuadros sobre flores. El resultado de su visión digital de la naturaleza es delicado, hermoso y espectacular. Carmen pasa muchas horas cada día cultivando flores en su finca de los alrededores de Madrid, especialmente tulipanes de invierno. También recolecciona semillas de plantas salvajes para domesticarlas en su propio terreno. Con las flores nacidas gracias a su dedicación y cariño forma elocuentes composiciones que, posteriormente, traslada a la fotografía con los sorprendentes resultados que pueden admirarse en la exposición que estos días presenta en El Albéitar. Sus comienzos en el arte fueron como pintora, siendo aventajada discípula del pintor hiperrealista Antonio López, que fue profesor suyo en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Su matrimonio con el pintor Alfonso Galván la vincula también con el arte y, actualmente, es profesora de la informática aplicada a las Bellas Artes en la Complutense. La pintora está enamorada de su jardín, que define así: «Es el lugar donde se han cultivado todas las flores, frutos y plantas que aparecen en mis trabajos. El jardín es el lugar donde comienza el proceso creativo consistente en cultivar determinadas especies para luego trabajar en ellas, componiendo guirnaldas y naturalezas muertas, comparando conceptos y visiones entre el ámbito artístico y el botánico, y reinterpretando los modos constructivos y el modelo poético de la pintura de flores». La trayectoria artística de Van den Eynde (Torrelavega, 1947) es larga y fructífera. Se aplicó primero a representar el mundo de una manera absolutamente real, para, poco a poco, derivar hacia el informalismo. Las nuevas tecnologías cambiaron radicalmente su manera de entender el arte, hasta conseguir pintar como un clásico con la cámara fotográfica y el ordenador. En sus impresionantes trabajos se conjuga la composición académica con una extraordinaria paleta de colores. A primera vista, sus creaciones pasan perfectamente por cuadros pictóricos de inspiración barroca, sólo una visión cercana y detenida demuestra que nos encontramos con una artista que sabe emplear con estupendo sentido artístico las últimas tecnologías.

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