La obra sinfónica de Fernández Blanco sale en doble cedé en enero
î†ue un acierto el programar, dentro de la temporada de abono del Auditorio a los protagonistas de la grabación de la obra sinfónica quasi íntegra de Evaristo Fernández Blanco, que verá la luz el próximo mes de enero de la mano de la Orquesta Sinfónica de Málaga y José Luis Temes en el podio. Un acierto por partida doble, ya que de no ser por el director del Auditorio, Daniel Sanz, posiblemente jamás hubiéramos tenido la oportunidad de que uno de los mejores compositores españoles de la Generación de la República hubiera quedado registrado para que las generaciones venideras pudieran disfrutar de una música de incuestionable calidad y maestría.
El concierto del pasado viernes fue una muestra de lo que es este doble cedé ofrecerá a quien se acerque por vez primera a la obra del astorgano. Con la presencia en la sala del hijo menor del compositor, Paco y la nieta, Sara, además de las fuerzas vivas astorganas con su alcalde a la cabeza, el concierto se convirtió en un sencillo pero emotivo homenaje a su paisano. Un homenaje en el que se echó en falta unas palabras y una referencia, a la presencia de estos familiares más directos en el acto. En cuanto a la parte técnica decir que la orquesta sonó bien pero muy pobre en la cuerda, con leves pifias en el metal y en algunos pasajes, que requerían más dinamismo.
la obra por excelencia de la noche y una delas mejores salidas de la impronta de Evaristo, impactante pero sin esa garra que necesita para hacerla aún más tremendista. Poca diferenciación de planos en la
una pieza que pese a no ser de las mejores respira juventud y refleja un poco el espíritu menos conocido del maestro como era la broma y los escasos atisbos de alegría que raramente salían a flor de piel. Temes se esforzó por arrancarle a la orquesta un poco más de vivacidad. Aunque el concierto estuvo en general correcto quedó, sin pretenderlo nadie, un tanto distante y frío.