El Ensemble Legio XXI pone hoy música a los versos de siete poetas

león

La poesía de nuestros grandes poetas continúa siendo motivo de inspiración para músicos y cantantes, quienes frecuentemente escriben composiciones inspiradas en sus creaciones, tal y como ha sucedido con el director y pianista Jesús Ángel Rodríguez Recio, que esta noche en el Auditorio Ciudad de León ha preparado un gran espectáculo con el grupo que dirige, el Ensemble Legio XXI, integrado por el violonchelista Pelayo Tahoces, el clarinetista Juan Pablo Anta y la soprano Eva Juárez, los cuales pondrá en atriles 21 canciones sobre textos de siete poetas leoneses: Agustín Delgado, Julio Llamazares, Antonio Gamoneda, Ángel Fierro, José Antonio Llamas, Juan Carlos Mestre y Antonio Colinas. Está previsto que todos ellos estén presentes durante el concierto.

El espectáculo, bautizado

, está dividido en tres partes; cada una de ellas constituida por siete canciones con el texto de un poeta diferente.

El Ensemble Legio XXI se funda en el 2007 por iniciativa del pianista, compositor y musicólogo Jesús Ángel Rodríguez Recio con el propósito de interpretar y difundir la música de los siglos XX y XXI, sintiendo un especial interés por el estreno de obras de nueva creación, algunas de las cuales han sido compuestas expre­samente para el grupo. Éste cuenta con una formación variable que se adapta a las necesidades vocales e instrumentales de los diferentes programas y proyectos aborda­dos. En 2008, por ejemplo, el grupo actuó dentro del ciclo

que organizaba el municipio de Valdelugueros.

Según su director, «la técnica compositiva que utilizamos se puede considerar rigurosamente contempo­ránea, y es un reflejo de las tendencias europeas existentes en la actualidad, así como de la búsqueda por parte del autor de un lenguaje personal en el que se destacan cualidades como el desarrollo tímbrico y la expansión del tiempo musical». «La elección de la voz e instrumentos -”continúa-” se debe al intento de encontrar el mayor número de posibilidades sonoras. En cuanto al tratamiento del texto por parte de la voz, hay que decir que existe en nuestro trabajo una gradación que va desde la voz hablada hasta la voz cantada, pasando por la voz hablada con ritmo y el denominado

, técnica vocal caracterís­tica de la segunda Escuela de Viena que se encuentra a medio camino entre cantar y hablar. Por otro lado, la parte vocal requiere un gran dominio técnico por parte del intérprete, ya que se explora el registro de soprano en toda su tesitura y amplitud dinámica».

También aperos de labranza

A lo largo de las 21 canciones, los instrumentos se irán combinando con la voz formando dúos, tríos y cuartetos, reservándose para voz sola la pieza central del ciclo. Se utilizará, además, todo el potencial de los instrumentos para obtener el más va­riado catálogo de sonidos, desde aquellos convencionales o tra­dicionales hasta aquellos que son fruto de la búsqueda de nuevas formas o vías de expresión.

En esta búsqueda de nuevos timbres los instrumentistas se ven ayudados por la utilización de algunos instrumentos auxiliares que podrían ser clasificados como «instrumentos de percusión no convencionales», como piedras, palos, latas o aperos de labranza. Aunque la idea original de este ciclo de canciones es de Jesús Ángel Rodríguez Recio, el proyecto no habría sido posible sin la inestimable ayuda del poeta Ángel Fierro, alma máter del mismo.

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