Diario de León

Opinión | El invento del maligno

Guerra: 2.0

Publicado por
Juan Varela
León

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LOS MEDIOS participativos eran la gran promesa del ciberespacio. La era de la democratización de la información nos haría libres. Pero la facilidad para publicar contenidos y conseguir la atención en la era de la superabundancia digital no es igual para todos. La propaganda de guerra ya está en YouTube y en las redes sociales. Si la Guerra del Golfo de 1991 fue la primera guerra televisada, la invasión de Gaza por Israel es la primera guerra publicada en las redes sociales y en los portales de vídeo. El Ejército de Israel ha abierto un canal en YouTube, una página en MySpace y otra en Facebook, las principales redes sociales y de vídeo del mundo, para difundir su visión de la ofensiva contra Hamás en Gaza. La propaganda de guerra llega a la web 2.0 como antes llegó la propaganda política. ¿Más información? No. Israel se convierte a la web 2.0 mientras su Gobierno y sus militares mantienen la censura sobre los corresponsales extranjeros y sobre sus propios periodistas, a los que no deja entrar en Gaza para informar de las hostilidades. La web 2.0 es un magnífico solar para la propaganda y la publicidad. Políticos y publicitarios lo descubrieron hace tiempo. Hans Magnus Enzensberger, el teórico defensor de los medios descentralizados, interactivos y sociales se echaría las manos a la cabeza. Hacen falta filtros sociales para tanta propaganda, pero son menos poderosos todavía que el influjo de las imágenes de los bombardeos israelíes sobre las mezquitas y los edificios de Gaza grabados y difundidos por el Ejército israelí, que los acompaña en su web de heroicos y humanos relatos bélicos, al viejo estilo de siempre. Los vídeos de los bombardeos en YouTube son como aquellas noches de fuego en prime time que nos ofrecía George W. Bush en los cielos de Bagdad. Y otra vez cientos de miles de personas los ven. Ahora cuando quieren, todas las veces que quieren, donde quieren. La revolución de la televisión personal ha llegado a la propaganda. Pero no hay comentarios. El Ejército israelí los ha censurado. Como a los periodistas en Gaza.

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