| Reportaje | Fiesta en el cine |
Camino a los Goya...
«Sólo quiero caminar» y «Los girasoles ciegos» reinan en la fiesta previa a los premios
Javier Cámara sostiene en brazos a Fernando Tejero
madrid
La 23 edición de los Goya celebró ayer la fiesta de los candidatos en el lugar de siempre a una hora nueva, pero no intempestiva: las doce de la mañana. El hall de la sede del gobierno regional de la Comunidad de Madrid, esto es, el tradicional edificio de las campanadas de Nochevieja de la Puerta del Sol, volvió a ser territorio de cine para oír los nombres de los premiables y, lo más importante, para ver sus caras y asistir a abrazos y reencuentros. S
de Agustín Díaz Yanes y producida por José Manuel Lorenzo y Eduardo Campoy, y
de José Luis Cuerda y con producción del propio realizador, entre otros, demostraron que ya reinan en la historia del cine español con once y quince nominaciones respectivamente. Los representantes del resto de películas mostraron cara de lo importante es participar, pero seguro que con intenciones de sorprender ante estas dos locomotoras de lo que ha sido el cine patrio del pasado 2008.
Ángeles González-Sinde, presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, y directora con película,
con la que opta al Goya en tres categorías, habló sin tapujos de la crisis y del miedo a no tener trabajo como algo más allá de lo estrictamente profesional y directamente presente en toda la sociedad. Javier Cámara y Fernando Tejero, ambos candidatos por
llegaron juntos y animaron el posado, mientras otros, como el caso de Maribel Verdú, candidata por
entusiasta y expresiva donde las haya, que reafirmó que siempre es un honor estar nominada, consiguió dotar de glamour la fría mañana, así como hizo Esperanza Pedreño, que opta al Goya por su papel en
. Por su parte, el gallego José Manuel Lorenzo, exitoso productor, se mostraba esperanzado tanto por las posibilidades de su película, como por el cine actual y su futuro. Tras los breves discursos, el posado fotográfico y la lectura simultánea de los candidatos, los actores presentes, nominados y algunos que asistieron para hacer compañía o saludar a colegas, pasaron al tradicional encuentro social, que esta vez no fue regado por un vino español, sino por un cóctel con pinta caribeña, poco apetecible en medio del frío helador...