Diario de León

«Vela luchó por el trabajo y por el trabajador, tenía una visión épica de la vida», señaló el artista

Una gran exposición de El Roto abre la nueva etapa del Museo Vela Zanetti

Andrés Rábago se sintió feliz por estar en casa del maestro: «Su acogida siempre era generosa», dijo

El subdelegado del Gobierno, el alcalde, la hija de José Vela Zanetti -”María Vela-”, Andrés Rábago,

El subdelegado del Gobierno, el alcalde, la hija de José Vela Zanetti -”María Vela-”, Andrés Rábago,

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Marcelino Cuevas
León

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La romántica casona del Corral de Villapérez, la sede del legado del pintor Vela Zanetti, resucitó ayer después de un largo silencio. La bóveda artesonada de su sala principal asistió, con la indiferencia propia de quien ya tiene muchos años a sus espaldas, al brillante acto que inauguraba las remodeladas instalaciones. Francisco Fernández, el alcalde de la ciudad y patrono de la institución, puso una nota sentimental en la ceremonia recordando cómo su madre, fallecida hace algún tiempo, le mostraba dibujos de muñecas y le comentaba que las había aprendido a dibujar en el estudio del maestro Vela, donde había realizado estudios de arte.

Por su parte, Evelia Fernández, la concejala de Cultura, saludó a «los que se fueron y no quisieron acompañarnos en esta nueva etapa de la institución. La abrimos -”dijo-” con una exposición de gran altura que debemos agradecer a la generosidad de Andrés Rábago, El Roto». También mostró su gratitud la concejala a la hija de Vela Zanetti, María, por todas las gestiones que hizo para que el evento fuera posible. Y concluyó: «Comenzamos bajo esta nueva luz, patrocinada por Endesa, con la colaboración de Caja España, y rodeados de los colores de la esperanza para el futuro. Queremos recordar muy especialmente que este año se cumple el décimo aniversario del fallecimiento de Vela Zanetti, protagonista único de esta institución».

En la exposición se ofrece una interesante muestra de los trabajos de El Roto, tanto en su vertiente periodística como en la de pintor. En las dos el artista se expresa a través de un sugerente surrealismo lleno de ironía y con abundante lirismo. La mayoría de sus figuras son seres mudos que contemplar el acontecer del tiempo desde una peculiar perspectiva. Y cuando sus personajes dicen algo es para manifestar, con un deje amargo, sus propias vivencias, que son, en definitiva, las vivencias de todos.

Manifestó Andrés Rábago que se sentía feliz por poder volver a la casa de Vela. Recordó que siempre tuvo por parte del genial artista una acogida generosa y entusiasta. «Creo -”expresó-” que Vela, viendo mis dibujos, pensaba que había llegado más lejos de lo que él podía pensar de mí. En esta exposición hemos recogido una obra doble, que se corresponde con la doble línea que tiene mi trayectoria artística. La más conocida, naturalmente, es aquella que parece en los medios y que se dirige a un público mayoritario, al lector de periódicos. Es muy agradable poder conectar cada día con la gente a través de aquello que haces y poder hacerlo de una manera tan directa. Eso es impagable para un artista. La segunda línea de trabajo es la pictórica, en la que muestro algo más íntimo, más recogido-¦ pero sin embargo creí que debería estar aquí porque estamos en casa de un gran artista plástico. Quizá este aspecto de mi obra sea más difícil de entender porque ni sigue las estelas de la moda, ni busca complacer fácilmente, ni intenta ser brillante, entre comillas. Pero se corresponde con algo muy sincero que es mi creencia en un territorio del espíritu que creo que hemos abandonado y que de alguna manera debe de ser retomado».

«Vela luchó por el trabajo y por el trabajador, y tenía una visión épica de la vida -”continuó el artista-”. Mi visión es distinta, yo creo que en la vida hay un territorio interior que hemos descuidado y que si podemos recuperarlo será algo que nos beneficiará en la búsqueda de una vida más digna».

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