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| Entrevista | Amancio Prada |CANTAUTOR

«No voy a dejar de hacer discos porque los discos desparezcan»

El cantautor leonés actúa hoy en el Gran Teatro de La Habana, con músicos cubanos, en la ciudad que editó por primera vez los «Cantares Galegos», de Rosalía de Castro

El cantautor berciano Amancio Prada ofrece hoy un concierto muy especial en La Habana

León

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madrid

Amancio Prada es un cantautor sin fronteras, ni espaciales ni temporales, dispuesto a sumergirse en territorios poéticos que él define con sencillez, aunque sean sinuosos como San Juan de la Cruz, o más próximos o contemporáneos, tal es el caso de Rosalía de Castro, Leo Ferré o autores leoneses. Para todo y para todos tiene tiempo, si encuentra material que le interesa, y entonces comienza el trabajo de estudio, con sus guitarras y partituras, con una soledad en la que se encuentra perfectamente acompañado por el ejercicio creador. Su actualidad pasa, entonces, por varios proyectos en los que se muestra tan artesanal como cuando coge una guitarra y la hace sonar con maestría de solista.Hoy actúa en Cuba, en el Gran Teatro de La Habana, en la sala García Lorca. Allí confirmará su vocación atemporal y su propósito de llevar su música a cualquier lugar en el que haya un espectador y oyente para su voz y su guitarra. Prada es un tipo pausado, pero no solemne. Tal vez, le acompañe una imagen que sugiere cierto misticismo, aunque en realidad lo que más hay en él es una mirada serena, un gesto familiar y retranca berciana.

-”En esa infancia en el Bierzo, ¿cómo surge el pellizco musical que le lleva a querer ser artista?

-”La infancia es una raíz que te marca y te define. Y, en ese sentido, la mía fue una infancia rural, con unos padres labradores, honrados, buena gente. Yo me recuerdo cantando siempre. Mi padre labraba los campos con un arado romano y cantaba. Mi madre, también. Y sigue haciéndolo con un oído finísimo. Mis hermanos cantan, incluso, mejor que yo. Yo,como no sabía hacer otra cosa, me dediqué a esto.

-”¿Pero hay un momento que usted recuerde en el que se dice a sí mismo: seré músico?

-”Tampoco es que yo me hubiera dicho que lo iba a ser. Es la vida la que me ha llevado a que esa afición se haya convertido en profesión. Pero sigo estando en esto, y lo estaré toda mi vida, más por vocación que por profesión.

-”¿Qué cree que haría el ser humano si no cantara?

-”Se pueden hacer muchas cosas-¦ Mis padres hacían su vida, trabajaban y cantaban. Lo hace mucha gen te. Es eso de que el que canta sus males espanta. En nuestra zona del Noroeste hay, además, una gran tradición y cultura musical de la que yo he tratado de dejar testimonio en dos discos: Caravel de Caraveles y Canciones de amor y celda.

-”¿Y cómo fue su aventura en París?

-”Había terminado mis estudios de Dirección de Empresas Agrarias y pensé que era muy pronto para tomar una decisión sobre mi futuro. Fui a París para ampliar estudios. Me matriculé en la Sorbona. Allí, una serie de encuentros fortuitos hicieron que a los pocos meses estuviera cantando junto a Paco Ibáñez, Raimon, Quilapayún-¦ Una serie de artistas que, poco antes, eran para mi inalcanzables y que constituían grandes referentes de mi música.

-”¿Cómo fue ese encuentro? ¿Era París un territorio tan mítico para la canción?

-”Fue bastante natural. Con 20 años ya tenía bastantes canciones. Había ganado un concurso en Palencia y con el premio me compré una guitarra. Estaba empezando pero tenía ya claras algunas ideas. En mi caso, París me sirvió para confirmar esas expectativas iniciales. Fíjate, que ahora, 35 años después de grabar mi primer disco, que lo grabé allí, Vida e morte , ahora he hecho este Vida de artista , que homenajea a Ferré, pero que en parte es un recuerdo de aquellos tiempos. Como si fuera volver a las andadas.

-”En su presencia en Cuba, también hace un ejercicio de memoria. ¿Cómo será?

-”Hoy actúo en el Gran Teatro de La Habana, en la sala García Lorca. Me hace mucha ilusión porque, en primer lugar, lo voy a dar con músicos cubanos, dos violonchelistas y un pianista. Este teatro está en el Palacio llamado de Galicia. En el Palacio Gallego. En La Habana, que fue donde se editó por primera vez el libro Cantares galegos, de Rosalía, un 17 de mayo de 1863, Día das Letras Galegas. Voy a cantar la canción con la que en el verano de 1969 me pude comprar mi primera guitarra. Sí, son muchas cosas que hacen que sea un día emocionante.

-”¿Cómo se plantea su trabajo con autores, aparentemente, tan dispares como San Juan de la Cruz o Leo Ferré, por ejemplo?

-”No hace falta un planteamiento especial, sino seguir un abanico tan amplio que va desde los primeros trovadores galaico portugueses, de los siglos XII y XIII, a la poesía más joven de Juan Carlos Mestre o Antonio Pereira. Para mí, lo importante es que un poema me emocione, que esté vivo.