Cerrar

Ubicado en un ala de San Isidoro, albergará un gran tesoro de las primeras civilizaciones

La Reina inaugurará el 11 de marzo en León el Museo Bíblico y Oriental

Una exposición temporal mostrarála mejor colección del mundo sobre Alejandro Magno

García Recio (derecha), director del museo, y Carlos Gutiérrez, de Decolesa.

León

Creado:

Actualizado:

león

La Reina Sofía inaugurará, previsiblemente, el Museo Bíblico y Oriental el próximo 11 de marzo. Será, sin duda, el gran acontecimiento cultural del año en León. El museo, ubicado en un ala de San Isidoro -"con acceso desde la plaza de Santo Martino-", abrirá sus puertas con la mejor colección del mundo sobre Alejandro Magno. Una exposición inédita para arropar otro tesoro excepcional: la propia colección del Museo Bíblico, guardada durante años en cajas y que ahora verá la luz por primera vez. Un millar de piezas de las primeras civilizaciones, que el historiador y coleccionista belga Van Dijk dejó en herencia a su discípulo más destacado, el sacerdote leonés Jesús García Recio, director del Museo Bíblico.

Bajo el título El itinerario religioso de Alejandro Magno, la muestra temporal, que podrá verse durante varios meses, abordará uno de los viajes menos conocidos del rey de Macedonia: su búsqueda de dios. La exposición permitirá comprobar el gran paralelismo entre Alejandro Magno y Jesucristo -"ambos fallecieron a los 33 años y han sido representados con similares rasgos físicos-". De hecho, la iconografía de Alejandro Magno influyó decisivamente en la iconografía bizantina de Jesús. Flavio Arriano, el mejor biógrafo de Alejandro, describe la «última cena» del emperador en la ciudad de Opis (a 50 kilómetros al sur de Bagdad y aún no excavada), donde reúne a 9.000 comensales macedonios, persas, egipcios, indios, afganos... Alejandro concluye el convite diciendo: «A partir de ahora ya os trataré a todos como amigos» -"premonitoria a la despedida de Jesús con los apóstoles-".

La colección Antonovich

La exposición, en la que están ya interesados varios museos de París y Roma, exhibirá más de un centenar de piezas, propiedad del conocido arabista Francisco Antonovich, un coleccionista e investigador que se ha hecho ya familiar para los leoneses desde que puso a disposición del Museo Bíblico su espectacular nacimiento hispano-napolitano, aparte de haberse convertido en un auténtico benefactor, al donar valiosas piezas, como un sarcófago egipcio con momia incluida. Antonovich quedó fascinado por Alejandro Magno cuando a los ocho años recibió como herencia una colección de monedas del emperador de origen macedonio. En León se mostrarán tretradracmas (monedas) acuñadas en Pela (capital de Macedonia) por Filipo II (padre de Alejandro Magno), así como estáteras de Alejandría o Afganistán. Piezas del año 330-310 antes de Cristo. También habrá bustos de mármol y bronce de época helenística y romana, plaquetas de marfil, bajorrelieves y terracotas. Antonovich se ha pasado años buscando por todo el mundo efigies de Alejandro Magno. Proceden de templos y palacios. En algunas de estas estatuas el militar toma la forma de diferentes dioses, como Zeus-Amón, Ra, Ares e, incluso, se le representa como pantocrátor, como después a Jesucristo. Y es que el gran conquistador griego respetaba y adoptaba la religión y la cultura de cada territorio.

Seguramente, el Museo Bíblico no podía haber elegido mejor exposición para abrir sus puertas, tras años de espera hasta encontrar una sede en San Isidoro, en las dependencias que ocupó durante varios años la Escuela Taller y donde fue preciso realizar grandes obras para transformar este espacio «destartalado» en un acogedor museo accesible para los minusválidos.

Cargando contenidos...