«No es fácil quitarse la ropa, pero tampoco desnudar el alma»

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Ganadora de un Oscar por su papel de lesbiana asesina en Monster (2004), la actriz sudafricana Charlize Theron protagoniza y produce el debut como director del mexicano Guillermo Arriaga, Lejos de la tierra quemada , donde da vida a una mujer que se refugia en el sexo y la soledad huyendo del pasado.

Lejos de la tierra quemada , que se estrena el día 12, comienza con la imagen de una escultural rubia desnuda asomada a una ventana, que no es otra que Charlize Theron. «No es fácil quitarse la ropa, pero tampoco desnudar el alma. Al final, cuando ruedas una escena de este tipo te convences de que es el personaje quien lo hace», dijo ayer en Madrid durante la presentación de la película. Charlize Theron es, sorprendentemente, todavía más bella en persona, pero además es una mujer inteligente que dice no entender la obsesión de Hollywood por el culto al cuerpo. «Un actor o una actriz que vive pendiente de su físico y de su imagen no es un buen profesional, lo importante es hacer buenas películas», declara. En Lejos de la tierra quemada, Charlize Theron da vida a Sylvia, una mujer muy bella que se refugia en la soledad y el sexo con desconocidos para huir de su pasado, un pasado que la obliga a ocultar un secreto que la ha traumatizado toda la vida.

Rodada en el desierto de Chihuahua en Nuevo México (Estados Unidos), Lejos de la tierra quemada es una película sobre «la muerte, sí, pero sobre todo sobre el inalcanzable poder que tiene el amor», y cuenta con un reparto que completan los norteamericanos Kim Basinger y John Corbett ( Mi gran boda griega ), el portugués Joaquim de Almeida y el mexicano José María Yazpik. Desde un principio, y nada más leer el guión de Arriaga, que está en Madrid con la actriz, la protagonista de cintas como Celebrity o La maldición del escorpión de jade, de Woody Allen; Las normas de la casa de la sidra, que rodó con Tobey Maguire, u Operación Reno, con Ben Affleck, se «obsesionó» con la historia, hasta tal punto, que decidió participar en la producción. «El objetivo de producir no es otro que el de mantener una relación más directa con el director, no con la idea de controlar lo que hace, sino para participar más plenamente en el proyecto», destaca la actriz, que no duda en confesar que durante los meses de rodaje mantuvo «serias conversaciones entre la Charlize actriz y la Charlize productora».

Ella fue también la responsable de que Arriaga eligiera a Kim Basinger para el papel de Gina, una mujer casada con cuatro hijos que vive un romance con otro hombre de una clase social muy diferente.