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EL INVENTO DEL MALIGNO | JOSÉ JAVIER ESPARZA

Brujas

Publicado por
JOSÉ JAVIER ESPARZA
León

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A DAVID Janer, el protagonista de la exitosa serie de TVE-1 Águila roja, le ha dolido que se critique la mala ambientación histórica del producto: «La ambientación de la serie es una excusa estética», dice. Vale. Acepto pulpo como animal de compañía. Pero se reconocerá que, cuando uno hace una serie ambientada en un marco tan característico como el XVII español, es conveniente extremar las precauciones. Y si uno no sólo no cuida la ambientación, sino que además la distorsiona hasta la falsedad, entonces la crítica es inevitable. ¿Un ejemplo? El episodio programado esta semana, donde la Inquisición va a quemar a una de las protagonistas por bruja. Es un tópico muy extendido en la cultura popular: en España se quemaba a muchas brujas y lo hacía la Inquisición. Lo interesante es esto: el país de Occidente que menos brujas quemó fue, curiosamente, España. ¿Por qué? Precisamente porque lo prohibió la Inquisición.

Lo mismo ocurrió en otros países donde la Inquisición actuaba, como Italia y Portugal. Y la cosa tiene fácil explicación: mientras que en Francia, Alemania, Luxemburgo (donde la caza de brujas fue brutal) o los Estados Unidos se perseguía a las brujas por la jurisdicción ordinaria a rastras de la ira popular, en España se sometió el asunto al Santo Oficio, que no era una policía política, sino un tribunal con procedimientos reglamentados. Estos tribunales examinaron los casos, los sometieron a juicio racional y llegaron a la conclusión de que prácticamente todas las denuncias por brujería eran una superchería de mentes ignorantes. En consecuencia, absolvieron a los reos e incluso prohibieron taxativamente las piras por esa causa. Hay un nombre importante en todo esto: el padre Alonso de Salazar, que pasó a la historia como «el abogado de las brujas». Pasó a la historia, sí, y el episodio está a disposición de quien quiera documentarse un poco. Por ejemplo, de cualquier guionista de historias con ambientación de época. Tampoco hace falta acudir a ninguna recóndita biblioteca -”los guionistas son gente muy ocupada-”, sino que basta bucear someramente en Internet. Y bien, no es grave -”podrá objetarse-”; después de todo, sólo es una serie de televisión. Y sí, en efecto, pero da la funesta casualidad de que hoy, en España, la inmensa mayoría de la gente toma a la tele por fuente de la realidad. Y de esta manera tenemos que muchos espectadores, hoy mismo, estarán convencidos de que España era un país donde la Inquisición quemaba a las brujas en el siglo XVII, cuando la verdad es que España, en el siglo XVII, fue el primer país que suspendió las quemas de brujas precisamente por orden de la Inquisición. ¿Es eso una «excusa estética»?