La Reina desvela el contenido de una carta paleobabilónica de 4.000 años en la inauguración del Instituto Bíblico y Oriental de León
Su Majestad recorre con atención el centro, ubicado en la Colegiata de San Isidoro, que atesora más de 10.000 volúmenes y 1.000 piezas milenarias
Su Majestad la Reina Doña Sofía desveló el contenido de una carta paleobabilónica 4.000 años después de ser escrita como acto simbólico para inaugurar el nuevo museo del Instituto Bíblico Oriental de León (IBO), ubicado en un ala de la Real Colegiata de San Isidoro. El centro, que abrirá sus puertas al público el próximo 14 de marzo, atesora piezas y volúmenes milenarios legados por el historiador y coleccionista belga Van Dijk a su discípulo más destacado, al sacerdote leonés y director de la entidad, Jesús García Recio.
La Reina acompañada por el ministro de Cultura, César Antonio Molina, y el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, entre otros, se dirigió hacia las salas del museo del Instituto Bíblico y Oriental para proceder a abrir el sobre y la carta de arcilla que data del siglo XVIII antes de cristo. Tras pedir ayuda a Jesús García Recio, Doña Sofía llevó a cabo el simple gesto de romper la tablilla mesopotámica para conocer el contenido de la misiva que incluía un sobre del mismo material. El sacerdote leonés y experto en asiriología tradujo el contenido.
Carta de Burros
La tablilla, que enviaba un amigo a otro, recoge el intercambio de un burro pequeño sobre el que ya había hablado los protagonistas de la misiva. La carta comienza saludando al destinatario con las fórmulas habituales en el siglo XVIII antes de cristo. El autor explica que ha enviado a una persona a una ciudad para proceder al intercambio de los animales pero le pide que se lo envíe antes pese a que le gustaría ir personalmente. Termina con la despedida: «Que los dioses te guarden muchos años de vida y yo quiero interceder por ti ante ellos».
El centro le regaló el preciado objeto en señal de agradecimiento por presidir el inicio de la actividad del Instituto Bíblico y Oriental de León, que alberga más de 10.000 libros y casi 1.000 piezas y objetos arqueológicos lo que constituye la colección de asiriología más importante de España y una de las principales del mundo. La Reina manifestó su reticencia a llevarse esta pieza que a su juicio debía guardarse en el Instituto Bíblico y Orienta. Finalmente, accedió a ello.
Clavo fundacional
En la placa, que atestigua el acto celebrado, la Reina introdujo un clavo fundacional en sumerio en el que figura una inscripción que dice: «Dios, señor de los cielos y la tierra, pastor de la humanidad, su escuela en la ciudad de León, Sofía Reina de España dedicó». Al parecer el nombre de Su Majestad se escribe en esta lengua muerta 'Igi-Gal', lo que significa ojo abierto, grande, es decir, una persona sabia.
Mesopotamia y la Biblia
El recorrido comenzó en las salas del museo donde se exponen una selección de 90 piezas. Entre ellas se incluye objetos del año 4.000 y 7.000 antes de cristo de la antigua Mesopotamia.
El director del IBO explicó que en la parte dedicada a la Biblia la instalación incluye un papiro del siglo III o IV, que recoge una traducción del hebreo al griego de varios capítulos del Libro del Éxodo. Al parecer unos setenta sabios se reunieron en Alejandría para escribir este documento.
En su periplo por las dependencias de la Colegiata de San Isidoro, la Reina Doña Sofía siguió atentamente las explicaciones de García Recio y del arabista Francisco Antonovich. Su Majestad se interesó por unas torás en pergamino, (texto hebreo del Antiguo Testamento), un osorio del siglo I de piedra caliza que se utilizaba para guardar los restos de los difuntos y un lienzo como el que cubrió el cuerpo de Jesucristo.
Asimismo, en el área oriental el museo ha habilitado una zona para poder explicar las instalaciones la cultura e historia de Mesopotamia. En una vitrina pueden verse restos arqueológicos que datan de los años 8.300 hasta el 1.000 antes de cristo. Entre todas las piezas se incluyen objetos de cerámica halladas en la ciudad de Uruk, en la zona del río Eufrates. García Recio, resaltó el valor de la colección de textos cuniformes, entre ellos, los «arcaicos» de la baja Mesopotomia (3.400 antes de cristo).
Éstos constituyen los primeros textos escritos de la humanidad, que muestran la evolución de la escritura cuniforme desde el año 3.400 hasta el 600 antes de cristo. También, se exponen estelas sudarábigas, bajos relieves de Mesopotamia o un cajón de vasos canopos griegos. Además, se incluyen los primeros libros de las escuelas (2.500 antes de cristo) en las que se podía leer «ven, hazte plenamente hombre, no te quedes a la puerta».
La Reina Doña Sofía también pudo contemplar los escritos que recoge los himnos del Dios Nergal, unos textos inéditos que el IBO publicará en los próximos meses. Además, otro de los textos que centraron la atención la Reina fue el contrato de adopción de un niño del año 2.100 antes de cristo. Se trata de un formulario «similar», por lo que representa el antecedente del derecho romano.
Biblioteca La biblioteca, que contará con dos sedes, fue lo que más impresionó a Doña Sofía. En primer lugar, Su Majestad pudo contemplar el libro `El descubrimiento del Egipto antiguo´ (1820), en el que un grupo de botánicos y arqueólogos plasmaron en litografías las escenas de los templos de este imperio. Se trata del primer volumen de egiptología que recoge la campaña de Napoleón sobre esta zona del norte de África y que permitió la creación del fondo del Museo de Louvre de París.
También le mostraron el primer libro de la asiriología, (1860) en el que se recogen las primeras copias de los textos cuniformes que dieron origen al Museo Británico de Londres. En tercer lugar, Doña Sofía tuvo ante sus ojos `La políglota Regia´, realizada en Amberes por encargo de Felipe II en 1572. Esta obra de Arias Montano comenzó a escribirse en la Colegiata de San Isidoro donde podrá consultarse próximamente. Además constituye el segundo volumen después de la del Cardenal Cisneros.
Alejandro Magno
Posteriormente, la Reina se dirigió hacia las salas donde se expone `El itinerario religioso de Alejandro Magno´, que recoge piezas del anticuario francés Francisco Antonovich. Un grupo de niños de Picos de Europa hicieron un gran número de preguntas a Doña Sofía, que contestó amablemente. También, se detuvo ante el mapa del mundo conocido en la época de Alejandro Magno que refleja la conquista de Asía.
Un grabado de letras de arena franquea la puerta de entrada en el que se puede leer una frase del protagonista de la muestra: «A todos vosotros, yo os considero parientes míos y a partir de este momento como a tales os llamo». Al parecer, Alejandro Magno hizo esta manifestación durante la celebración de un banquete en la ciudad de Opis en el que reunió a unas 9.000 personas procedentes de lugares como Macedonia, Persia, India o Egipto. Esta celebración representa el «encuentro de las religiones».
La muestra temporal, que permanecerá durante un año en León, está formada por unas 140 piezas que alcanzan un valor superior a los nueve millones de euros, cedidas por el arabista Francisco Antonovich. La singularidad de la exposición reside en mostrar el lado «religioso» y espiritual del rey macedónico puesto que siempre se le representa como estratega, político o conquistador. La instalación da conocer lo más intimo del rey de Macedonia como «elegido», lo que permite, según García Recio, entender sus conquistas y protagonismo histórico como un militar casi invencible.
Las piezas más importantes que contempló la Reina fueron varios bustos helénicos contemporáneos de Alejandro Magno que permite conocer su aspecto físico. También, joyas y telas de la época del reinado de Filipo, el padre de Alejandro Magno y piezas de arte Gandhara, procedente de Afganistán, una tierra «privilegiada» para el conquistador macedónico.