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La semana | del Musac

Desembarco en Budapest

El Mücsarnok Kunsthalle acoge la mayor exposición que la colección Musac ha mostrado fuera de España. La muestra reúne obras de 40 artistas sobre las relaciones entre arte y vida

La artista de la colección Musac Alicia Framis será una de las que mostrará su obra en la colectiva

León

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El Musac «coloniza» Budapest a partir de mañana. Bajo el título Mi Vida. From Heaven to Hell. Life experiences in art from MUSAC Collection (Mi Vida. Del paraíso al infierno. Experiencias de vida en la Colección Musac) el Mücsarnok Kunsthalle acogerá la mayor exposición que la colección Musac ha mostrado fuera de España. En total participarán 40 artistas, en una exposición cuyo nexo de unión lo establecen las relaciones entre el arte y la vida. La exposición podrá verse en la capital húngara hasta el mes de mayo. Los artistas del Musac desplegarán sus obras en 2.500 metros cuadrados de exposición.«Mi Vida presenta a la conexión entre arte y vida con la esperanza que su propuesta atraiga la atención del espectador y le ayude a entender las estrategias del arte contemporáneo, y que a su vez le haga entender un poco más el mundo que le rodea, o incluso su vida privada o cotidiana», según fuentes del Musac. La exposición se articula en tres grandes bloques y espacios expositivos. En la primera sala se ofrece la visión de un nuevo paraíso, representado por las obras de Pipilotti Rist, Kimsooja —con la instalación A Laundry Woman, que invita a la tranquilidad— o Tabaimo, con su paisaje de tatuajes. También hay obras de Emese Benczúr, un vídeo de Jesper Just y el proyecto artístico-social Blooodsushibank, de Alicia Framis.

Territorios ambiguos

La segunda sala se adentra en un territorio más ambiguo, en el que el dolor y el placer conversan de la misma manera que lo hacen en la vida diaria. En este espacio hay fotografías de Ángel Marcos, Zhan Huan y Carmela García, así como obras de Enrique Marty, Tracey Moffat, MP & MP Rosado, Muntean & Rosemblum o Ryan McGinley.

La última sala está reservada a las obsesiones personales de los seres humanos, representadas por Marcel Dzama, Fernando Renes o Álvaro Oyarzun. Cabe destacar el proyecto de Tomas Hirschhorn de la ONU en miniatura o las fotografías de Ángel de la Rubia sobre la guerra de los Balcanes, sin olvidar las potentes imágenes de la guerra de Irak de Luc Delhaye.

La exposición invita al visitante a un viaje donde las diferencias pueden ser vistas, así como los paralelismos y contradicciones. Muchas de las obras han podido verse en distintas temporadas en las salas del Musac.