El Aula Arqueológica de Lancia estará cerrada en Semana Santa

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Los molinos, las vajillas de terra sigillata, los restos líticos y las curiosas tuberías de plomo que utilizaron los romanos para dar vida a Lancia quedarán ocultos esta Semana Santa tras la puerta del Aula Arqueológica y de la valla del yacimiento.

La Diputación ha decidido «cerrar por vacaciones», según el alcalde de Villasabariego, Jesús García, dando así «con la puerta en las narices a los visitantes», asegura.

La medida ha dejado una sensación en el municipio «de falta de apoyo» por parte de la institución provincial hacia uno de los patrimonios culturales, históricos y arqueológicos de primer orden que existen en la provincia.

También pone en entredicho el compromiso que manifestó la presidenta de la Diputación, Isabel Carrasco, en su última visita a Villasabariego. Carrasco había mostrado interés por potenciar el Aula y por crear un circuito turístico desde el Museo Etnográfico de Mansilla, pasando por los monasterios de San Miguel de Escalada y Villaverde de Sandoval para acabar en Lancia, declarada Bien de Interés Cultural en 1994.

Es más, también se había hecho eco de la necesidad de trasladar a un local más amplio el Aula Arqueológica Ciudad de Lancia, que se creó en el año 2000 como aportación del ayuntamiento de Villasabariego al conocimiento y difusión de este legado, y que se ha quedado pequeña.

Rentabilidad frente a cultura

La respuesta que ha dado la Diputación al cierre durante Semana Santa del yacimiento y el aula de Lancia es la falta de visitas. Unas declaraciones que han caído como un jarro de agua fría en el equipo de Gobierno.

El alcalde se pregunta «desde cuándo el patrimonio, la cultura, la sanidad y la educación se miden por su rentabilidad» y opina que la mejor medida para poner en valor Lancia es ampliar los horarios de apertura, dignificar las instalaciones y dar facilidades a los visitantes.

El Aula Arqueológica muestra algunos aspectos reseñables del yacimiento lanciense desde la Prehistoria hasta los fines del Imperio Romano, repasando las distintas etapas de la investigación y el resultado de las últimas excavaciones. Se ubica en las salas de la planta baja del propio edificio del Ayuntamiento.

El fondo de piezas originales que se expone procede fundamentalmente de las excavaciones de Francisco Jordá Cerdá, que se encuentraban depositadas en la sede del Instituto Leonés de Cultura.

Junto a los restos de cerámica, óseos, líticos y metálicos de la Edad del Bronce y del poblado astur de la Segunda Edad del Hierro, se presentan elementos constructivos de la ciudad romana, como la tegula, restos de revestimiento marmóreo y las pilae del suelo o hipocaustum del caldarium de las termas.

Los ingenios para abastecer de agua limpia a la ciudad, los recipientes, ánforas, mosaicos polícromos y ladrillos se exponen en las vitrinas, además de dos maquetas, una de todo el yacimiento y otra de los edificios excavados: las termas y el mercado.

La antigua ciudad de Lancia se localiza en los terrenos altos entre los ríos Porma y Esla que hoy forman parte de Villasabariego. Se dio a conocer, tras años en el olvido, en el siglo XIX y XX gracias a la labor de arqueólogos e investigadores como Saavedra, Ricardo Velázquez, el Padre Pita, Gago Rabanal, J. Sanz Martínez, Antonio Blázquez, José María Luengo, Francisco Jordá Cerdá, Eladio Isla, Carmen García Merino y Manuel Abad, quienes contribuyeron de forma notable al progreso de las investigaciones.

Desde 1996 hasta ahora, la reapertura de las excavaciones por parte del Instituto Leonés de Cultura, se ha producido un avance significativo en el conocimiento del poblado prerromano, en la ampliación del urbanismo romano y en la evolución que experimentó la civitas en sus siete siglos de historia .