La vacante dejada por Antonio Colino volverá a convocarse otra vez
El cabreirés Amable Liñán no será el quinto leonés de la RAE
Ni el científico leonés ni el filólogo Manuel Alvar consiguieron los votos necesarios para poder ingresar
El ingeniero Amable Liñán, durante una conferencia impartida en la capital leonesa
efe | madrid
La vacante de Antonio Colino en la Real Academia Española volverá a convocarse de nuevo, dado que ni el filólogo Manuel Alvar Ezquerra ni el ingeniero aeronáutico leonés Amable Liñán conseguieron en la tarde de ayer los votos necesarios para salir elegidos y ocupar su sillón, el «g» minúscula.
Tanto Alvar, autor de numerosos diccionarios, como Liñán, experto mundial en combustión y Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en el año 1993, fueron convenientemente presentados para cubrir esa vacante. Para cada candidatura hubo tres rondas de votaciones, y en la tercera era preciso obtener el apoyo de la mitad más uno de los académicos asistentes. Ni Amable Liñán ni Manuel Alvar lo obtuvieron.
La candidatura de Liñán había sido avalada por José Manuel Sánchez Ron, Margarita Salas y Pedro García Barreno; mientras que la de Alvar, catedrático de Lengua Española de la Universidad Complutense de Madrid y autor de numerosos diccionarios y otras obras lingüísticas, fue presentada por los académicos Gregorio Salvador, Francisco Rodríguez Adrados y Álvaro Pombo.
Catedrático de Mecánica de Fluidos en la Escuela de Ingenieros Aeronáuticos de Madrid, Amable Liñán (Noceda de Cabrera, 1934) ha reunido sus investigaciones sobre combustión en el libro Fundamentals of combustion science , escrito en colaboración con el estadounidense Forman A. Williams.
Autor de unas doscientas publicaciones, Liñán ha sido profesor también en varias universidades de Estados Unidos (visitante en las de San Diego, Michigan y Princeton, y adjunto en Yale), además de en las universidades francesas de París y Marsella. En 1989 fue elegido miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, y también es miembro de la Real Academia de Ingeniería de España, Francia y México.
Autor de diversos libros y trabajos científicos divulgativos, fue galardonado en el año 1993 con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica. En el 2007 recibió el prestigioso premio de investigación Miguel Catalán que otorga la comunidad autónoma de Madrid.