| Entrevista | Pedro Mañas |ESCRITOR
«Mis personajes hacen de sus rarezas motivo de orgullo»
Este joven madrileño ha sido el ganador del premio Leer es Vivir de la editorial Everest en su categoría infantil por «Los O.t.r.o.s. (sociedad secreta)», un libro muy divertido sobre los «d
león
«Franz Kopf era un niño normal, con amigos normales, que hacía cosas normales, hasta que le dijeron que tenía un ojo vago y le pusieron un parche. A partir de ahí, su vida cambió». Así explica Pedro Mañas cómo empieza Los O.t.r.o.s. (sociedad secreta) , el libro ganador de una nueva edición del premio Leer es Vivir que convoca la editorial leonesa Everest en su modalidad infantil (la juvenil quedó desierta). Ayer, la directora editorial de Everest, Raquel López Varela, hizo entrega del galardón a este joven escritor madrileño.
-”Los «normales» frente a los «diferentes». Es un tema de gran actualidad...
-”Sí, siempre está de actualidad en muchos ámbitos de la vida, pero en este libro se aborda el caso específico de un colegio, del mundo escolar. El tema es el diferente, en concreto, la persecución del diferente.
-”¿Qué le ocurre a Franz, el protagonista?
-”Es el chico más normal de la escuela y por ello queda camuflado entre el resto de compañeros. Hasta que le ponen un parche en el ojo y su vida cambia, algo que está basado en mi propia experiencia, también a mí me diagnosticaron ojo vago aunque no me pusieron parche... podría decirse que he inventado la historia de lo que me podría haber pasado. Su vida da un giro total a partir de entonces.
-”Porque ya no es «normal»...
-”Claro, sus compañeros no quieren tener al lado a alguien «raro», así que lo apartan, lo arrinconan, y él decide entonces formar una sociedad clandestina, la de «los O.t.r.o.s.».
-”¿Qué significan exactamente esas siglas?
-”Organización de Tipos Raros, Originales y Sorprendentes. Se trata de la asociación que crea Franz junto con el resto de niños arrinconados para protegerse, para hacer de sus particularidades motivo de orgullo y no de vergüenza.
-”¿Acaban consiguiendo algo con ello?
-”Pues mira, lo que consiguen no es integrarse ellos en el resto de los compañeros, sino al revés, hacer que todo el mundo desee ser como ellos, puesto que es más divertido, y todos empiezan a buscar sus diferencias y a hacerse el raro, algo sencillo porque, en el fondo, todos tenemos nuestras rarezas. Además, en el libro se introducen temas como el de la venganza, si es lícita o no, se lanzan preguntas abiertas sobre cuál es la solución al problema, puesto que en un principio este grupo cree que lo mejor es la segregación, etc. La verdad es que no impone una moraleja, sino más bien una reflexión, creo que los chavales pueden interiorizar mejor eso que si les dices «haz esto» o «haz lo otro».
-”¿Cuáles son los «atributos» de los miembros del grupo?
-”Lo típico: el que tiene aparato, el empollón, el obeso, el que tiene gafas, el que sufre de acné, el que es más alto de lo normal... En realidad, todo el mundo que ha leído el libro se acabado por identificar con uno de los personajes o con alguna de sus rarezas. Tengo que decir que les ha gustado mucho a todos los adultos que lo han leído, de los niños, por el momento, no tengo referencias.
-”Las ilustraciones son muy curiosas, muy sugestivas.
-”Sí, al principio me impactaron, la verdad es que tienen un aire similar a las de Quentin Blake, dibujante habitual de Roald Dahl, uno de mis autores favoritos junto con Martín Gaite, Pilar Mateos o José Luis Olaizola.
-”¿Cómo comenzaste a escribir literatura infantil?
-”Tenía un verano por delante, no iba a ir de vacaciones y me puse a escribir pensando en un premio literario; y por cierto que me lo pasé mucho mejor que escribiendo literatura de adultos. Gané ese premio, el de Anaya, después llegó éste de Everest, y hace poco me comunicaron que me había llevado el premio de poesía Príncipe Preguntón por Poemas para leer antes de leer , que publicará Hiperión dentro de su colección Ajonjolí .
-”¿Qué consejos le daría a quien se disponga a escribir literatura infantil?
1397058884 Ser original, huir de los caminos trillados, lo que también llaman buscar tu propio estilo, intentar enganchar al lector al principio, hacer que les pique la curiosidad, y sorprender al final; huir de lo cursi en la medida de lo posible y, sobre todo, leer, releer, corregir y pedir opinión.