Musac y Matadero organizan un seminario sobre el papel del comisario

león

Esta misma semana, Michel Laclotte, el artífice de la ampliación del Museo del Louvre, lamentaba lo denostada que estaba en la actualidad la figura del conservador, y apuntaba como una de las causas el hecho de que eran pocos los que conocían realmente sus funciones en un museo. «Él es el ojo, y el ojo del experto es indispensable. Debe tener ese don similar al experto en vino, capaz de averiguar su procedencia a ciegas, además de una memoria visual inmensa», precisaba. Raclette abundaba en esta idea y subrayaba que es esta figura la responsable de reconocer copias falsas y buscar la auténtica autoría de la obra, de descubrir si ha sido modificada después, o bien de embellecerla o cubrir algo que se considera no estético.

Pues bien, con el fin de profundizar y discutir alrededor de la figura del comisario nacen las jornadas Producir, exponer e interpretar. Estrategias y conflictos en la práctica curatorial. Organizado por el Musac y Matadero Madrid, este congreso se desarrollará en dos fases. La primera tendrá lugar en León durante los días 22, 23 y 24 de mayo, mientras que habrá que esperar hasta septiembre (25, 26 y 27) para que en la sede de Matadero se discutan las conclusiones.

Temas como la relación entre el comisario y el artista, la línea que separa ambas funciones, el código deontológico que debe seguir la labor curatorial, la caída de las barreras de la internacionalización o los retos que plantean los nuevos formatos artísticos centrarán algunas de las discusiones de este seminario.

Relación con el mercado

Tania Pardo, comisaria del Laboratorio 987 y una de las directoras de este seminario, manifiesta que el objetivo que se persigue con esta serie de debates es reubicar y redefinir la figura del comisario y cómo controlar todo lo que éste genera a su alrededor. «La pregunta fundamental es saber qué somos, en qué sentido ha cambiado nuestro papel y nuestras responsabilidades y cuál debe ser la relación del curador con la mirada del público», precisa. Tampoco se olvida Tania Pardo de la obligación del curador de no implicarse de manera directa con el mercado. «De lo contrario se pierde independencia y legitimidad», dice. Además, la responsable del Laboratorio 987 subraya el deber conceptual de demostrar porqué se ha elegido un determinado artista, si bien esto no debe suponer nunca una abdicación del discurso subjetivo propio.

Y es que el comisario o curador se ha convertido en los últimos años en una de las figuras más difusas del panorama del arte actual. Es por ello que en Producir, exponer, interpretar se analizarán algunos de los conflictos y estrategias que debe plantearse un comisario en la actualidad. Esto es, su compromiso con el presente, su relación con el artista, las nuevas prácticas derivadas de la organización de proyectos no expositivos o la visibilización del proceso artístico. Además, se reflexionará sobre las numerosas definiciones del comisario en un sentido amplio, como iniciador, como productor de sentido, como organizador de exposiciones, como mediador o como generador de redes de colaboración.

El congreso se vinculará a uno de los proyectos de Matadero: el Archivo de creadores de Madrid ( www.mataderomadrid.com/archivodecreadores ). Esta base de datos de artistas visuales de la ciudad servirá de hilo conductor para analizar la relación entre el artista y el comisario.

Durante el simposio, el Archivo será utilizado por los comisarios para familiarizarse con el tejido artístico de la ciudad de Madrid y conocer más en profundidad las propuestas de algunos artistas.