Pateo

CON LA Liga de Fútbol -así, en mayúsculas- en su momento álgido, no habría que extrañarse de que las imágenes del deporte rey dominen la pantalla.

La secuencia inevitable de toda la semana ha sido la del madridista Pepe pateando al delantero del Geta. Se pasó en los informativos de todas las cadenas, en el día de autos y al siguiente. Y un día después, y en la antesala de la reunión del Comité de Competición, y el día del castigo ¿Cuántas veces la han emitido?. No creo que ningún televidente se haya librado de contemplar el violento pateo, que seguro seguirá dando vueltas por las antenas durante mucho tiempo.

Estamos ante un episodio más del sobreabuso televisivo de la violencia. Con la excusa de ofrecer información se alimenta la veta morbosa que equipara la emisión de violencia con la subida de audiencia. Un pateo anterior, el de un joven contra una inmigrante en un tren de Barcelona, hizo su recorrido antológico por cada pantalla para asombro y zozobra de la audiencia. Aún sigue apareciendo en algún programa de vídeos sueltos con los momentos estelares de las teles. Hace ya tiempo que la sociología americana consideraba que el medio televisivo había perdido atractivo y sólo mantenía su dominio ofreciendo altas dosis de violencia para mantener al publico cautivo. Sumados deporte y violencia dan una ecuación perfecta para encontrar el formato infalible y hasta la estructura de cadena ganadora, con la batalla transmitida en directo y reiterada en cada boletín informativo. Como se anuncia una nueva fórmula de explotación del genero -"traspasar el partido a las pantallas de la salas de cine-", a lo mejor se encuentra la vía de limpiar la pantalla de violencia gratuita, y hasta de conseguir la financiación para una buena programación que no se vea lastrada por la inversión gigantesca en el deporte de máxima competición. Bromas y veras aparte, la llamada de atención debe ser para los programas informativos que están basando su atractivo en la emisión de vídeos violentos en lugar de en una información más exacta y más crítica sobre los asuntos de relevancia social. Mejores análisis de la crisis y menos vídeos baratos y burdos.