Filandón, filandar, hila, hilorio...
El filandón (término que procede del leonés filare , hilar), también conocido como filorio , filanderu , filandar , fiandón , hilorio , hilandón , hilandar , hila o jila , según las comarcas, es una reunión espontánea, normalmente nocturna e invernal, en casa de uno de los vecinos del pueblo: las mujeres para hilar (de ahí su nombre) y los hombres para ejecutar pequeños trabajos como labrar o entarucar madreñas, tejer cestos, etc., en el transcurso de las cuales se contaban historias, cuentos, adivinanzas (es decir, cosillinas ), anécdotas, romances... cumpliendo una importante labor de socialización y de trasvase generacional de la cultura de padres a hijos. Además de historias y relatos, el filandón también solía derivar en baile abierto si entre los presentes había alguna panderetera habilidosa. Se trata de una tradición compartida con Galicia, Asturias y el resto del Reino de León (en la Cabrera y zonas de Zamora y Salamanca se le conoce también como serano ). El calecho de la montaña occidental es algo similar, aunque tenía lugar en verano y antes de cenar.