Ya lo son actualmente la «Patum» de Berga, en Barcelona, y el Misterio de Elche, en Alicante
El filandón inicia la carrera para ser Patrimonio Inmaterial de la Unesco
El Buró de Capitales Culturales admite su opción a ser uno de los «diez tesoros de la cultura española»
La tradición leonesa del filandón opta ya a ser uno de los diez tesoros de la cultura intangible de España, según ha dictaminado el Bureau Internacional de Capitales Culturales, lo cual constituye el primer paso para convertirse en patrimonio inmaterial de la Unesco, que es el objetivo último que se ha marcado el Ayuntamiento de la capital.
De esta manera, la carrera del filandón dio comienzo durante la recientemente clausurada Feria del Libro de León, con la celebración paralela del primer Festival Filandón-Patrimonio Inmaterial, organizado por la Concejalía de Cultura y Patrimonio y que ofreció muestras de narrativa popular no sólo típicamente leonesas (con varios filandones a cargo de cuentacuentos, músicos tradicionales, periodistas, escritores, y teatro en idioma leonés a cargo del grupo Tsaciana), sino también de otros países: el festival se enriqueció con aportaciones de narradores de Rusia, Turquía, Palestina y Cerdeña. Ese fue el verdadero pistoletazo de salida para que el filandón pueda conseguir, finalmente, la ansiada declaración de Patrimonio de la Humanidad.
Proteger la cultura popular
En concreto, fue el Bureau Internacional de Capitales Culturales el organismo que decidió admitir la candidatura del filandón a convertirse en uno de los diez tesoros del Patrimonio Cultural Inmaterial de España. En el caso de que consiga tal denominación, esta tradición oral leonesa deberá competir, en una segunda etapa, con otros candidatos españoles e internacionales para poder llegar a ser patrimonio intangible reconocido por la Unesco.
El Buró Internacional de Capitales Culturales ha recordado que el objetivo de estas declaraciones, tanto de la española como de la mundial, es el de «promover, divulgar y salvaguardar los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas que las comunidades y grupos reconocen como parte de su patrimonio cultural».
Por su parte, la Convención para la Protección del Patrimonio Inmaterial de la Unesco ha definido el patrimonio inmaterial como una costumbre «que se transmite de generación en generación. Se caracteriza por su interacción con la naturaleza y la historia e infunde a los grupos un sentimiento de identidad y de continuidad». Además, «promueve el respeto por la diversidad y la creatividad, resulta compatible con los instrumentos internacionales de derechos humanos y cumple con los imperativos de respeto mutuo entre los grupos de individuos», señalan.
De esta manera, el patrimonio inmaterial se manifiesta tanto en las tradiciones y expresiones orales como en la música tradicional, la danza o el teatro, en usos sociales, rituales y actos festivos, y en conocimientos y usos relacionados con la naturaleza o con técnicas artesanales. Dentro del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, la Unesco cuenta con una lista de 90 elementos: las tradiciones españolas incluidas en ella son la Patum de Berga y el Misteri de Elche.
Será hasta el 31 de mayo cuando puedan presentarse las propuestas que deseen convertirse en uno de los diez tesoros del Patrimonio Inmaterial de España, y a partir de esa fecha darán comienzo las votaciones populares, previsiblemente por medio de internet.