Sus pinturas murales, muy dañadas, están atribuidas a Nicolás Francés
La capilla catedralicia de Santa Teresa comienza a ser restaurada
El vicepresidente de la Fundación del Patrimonio, Rafael Briñas, inaugura hoy los trabajos
En la imagen se aprecia el maltrecho estado de estas pinturas, con las figuras casi irreconocibles
león
El vicepresidente de la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, José Rafael Briñas, y el director gerente de la fundación, Ramón Álvarez Vega, asisten hoy viernes, a las 11.00 horas, al inicio de los trabajos de restauración de las pinturas murales de la capilla de Santa Teresa de la Catedral de León, según han informado fuentes de esta entidad integrada por todas las cajas de ahorro de la comunidad y por el gobierno autonómico.
Las mismas fuentes han recordado que estas pinturas datan del año 1459 y que están atribuidas al maestro Nicolás Francés. Además, han informado de que la intervención requiere una inversión de 125.419 euros y que es la Fundación del Patrimonio Histórico la que dirige la intervención y la que aporta el 75% del presupuesto, contando con la colaboración del cabildo catedralicio, que ha comprometido el 25% restante.
Las pinturas que decoran la capilla de Santa Teresa -”que es la primera de la cabecera-” se encuentran tan dañadas que prácticamente resulta imposible reconocer a ningún personaje. Los frescos han perdido pigmentos y están desconchados. La propia Fundación del Patrimonio aportaba hace unos meses más datos, indicando que el hecho de que la humedad más llamativa afecte a la parte superior de las pinturas «revela que las filtraciones provienen de los tejados». «La película pictórica presenta un estado de degradación elevado, más o menos apreciable, según la zona, con lagunas, abrasión y desgaste del color. Y la capa protectora está alterada por la acumulación de suciedad y depósitos de polvo en la superficie», comentaban.
En concreto, el proyecto de intervención de la Fundación del Patrimonio Histórico comprende un trabajo de investigación y documentación exhaustivo que incluye la limpieza, la consolidación de los morteros y la película pictórica donde exista riesgo de pérdida, la reintegración cromática donde haya «lagunas» y la protección final de las pinturas restauradas.
Las pinturas están ejecutadas con las técnicas de temple y pintura mural al seco y ocupan una extensión de 8 metros de altura por 5,5 de anchura. En la zona inferior aparecen las representaciones de San Fabián, San Antón, San Bartolomé y San Antonio y, en la zona superior, el martirio de San Sebastián.
La capilla catedralicia de Santa Teresa ya disfrutaba de dotación en el año 1250, y en ella fueron enterrados varios jueces del tribunal eclesiástico.