Un proyecto fallido y que podría rescatarse

El propósito del malogrado medialab era forjar un centro con dinámica de arte público. Con esta finalidad, se programó con una clara vocación de vinculación con la cultura del software libre. Entre sus objetivos no estaba el de cumplir con una simple función expositiva. Se habría tratado por el contrario de generar las condiciones necesarias para la producción, desarrollando workshops, talleres y conferencias. En este sentido, su espíritu reunía la finalidad de colaborar de manera estable con los centros de Barcelona -”Hangar-” y San Sebastián -”Arteleku-” con el fin de que tuviera un carácter más abierto. De esta manera, tanto los medialab como los artistas que en ellos desarrollan su actividad podrían estar interconectados y poner su trabajo en común. Asimismo, los propulsores de la iniciativa tenían la voluntad de coolaborar con festivales y centros de toda Europa. Por ello, desde el Ayuntamiento se diseñaron varias becas y subvenciones anuales que financiarían no menos de doce proyectos al año.