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Antena 3 estrena hoy el formato inglés «El secreto»
Un rico arquitecto buceó durante una semana en la pobreza y la enfermedad para ayudar a los más necesitados de la sociedad
La televisión es espectáculo, pero esta característica inherente al medio puede unirse a la utilidad y la solidaridad. Este es el propósito del reality que hoy estrena Antena 3, El secreto , un formato internacional de éxito en el que un rico empresario bucea durante una semana en la pobreza y la marginalidad, de forma anónima, para aportar después una cantidad en obras sociales. En el caso de Joaquín Torres, director del estudio de arquitectura y urbanismo A-cero, la experiencia le ha transformado, asegura. «Me siento mejor, creo que soy mejor persona», explica el que será protagonista del primero de los especiales. Dice ser sincero al reconocer que, en un primer momento, el motivo de someterse a esta travesía era dar publicidad a su estudio, pero también cuando explica que el efecto mediático quedó al margen al convivir con enfermos de Sida o con gente que acudía a un comedor habilitado por un grupo de altruista para gente que tiene hambre.
Convencido. «Cuando contactaron conmigo me lo tomé como una promoción de mi trabajo. Nada menos que un programa en horario estelar, pero llegar a ver a gente sencilla que dedica su vida a los demás me conmocionó. No puede haber nadie en el mundo más bueno que quienes, con pocos medios, se decidan a dar de comer a cien personas en un habitáculo, o ayudar a enfermos», explica. Torres, madrileño con raíces gallegas, cuya empresa cuenta con 80 arquitectos en plantilla y oficinas en Madrid, La Coruña, República Dominicana y Dubai, convivió durante una semana en La Coruña con ex toxicómanos y personas con problemas económicos. «Vi a gente, algunos de ellos albañiles, que dedican parte de su tiempo a atender a los más necesitados. Son ejemplares. Espero que la experiencia llegue a mucha gente». Torres dice que ha cambiado, que no es ningún santo pero que ya no se toma las cosas como antes. «A mi mujer le digo que no deje que esta experiencia se me olvide. No quiero».