La Junta delega en los profesores que León salga bien en los libros
El consejero de Educación descarga en el profesorado la responsabilidad de corregir los datos erróneos que los libros de texto reflejan referentes a la historia de León
No es la primera vez que las Cortes de Castilla y León debaten sobre la falta de rigor que rodea a los datos sobre León y su historia en los libros de texto de la comunidad. Y de nuevo, la respuesta obtenida del consejero de Educación ha sido poco satisfactoria, dejando a la ambigüedad del criterio de cada centro la posibilidad en enmendar esas equivocaciones históricas.
El consejero de Educación acepta las críticas, aunque no actúa en consecuencia; se agarra a la libertad de cátedra para alegar que los propios profesores pueden suplir esas carencias. Según Juan José Mateos, los libros de texto no son los únicos, «ni siquiera los principales» elementos de enseñanza, señaló, así que a León no le queda más remedio que ser autodidacta.
El portavoz del Grupo Mixto, Joaquín Otero, repasó la historia reciente de esta reclamación que ahora ha hecho suya la Plataforma Pro Identidad Leonesa, pero que ya fue llevada al Hemiciclo por el leonés en anteriores legislaturas. En esta ocasión, recordó al consejero que el Procurador del Común ya detectó estos problemas en los libros de texto en el 2001, mientras que en el 2007, la respuesta favorable de la Junta de Castilla y León hizo pensar en una solución cercana. Pero nada más lejos de la realidad; dos años más tarde, los manuales siguen incurriendo en errores de bulto tales como perpetuar el gentilicio ya extinto -˜castellanoleonés-™, emplear aún -˜región-™ en lugar de -˜comunidad-™ o hacer referencia a Castilla y León en la Prehistoria, en la Antigüedad, la Edad Moderna o la Contemporánea, cuando el nacimiento de la comunidad se remonta apenas cuarto de siglo en el tiempo.
Pero además de derivar responsabilidades en el profesorado, Mateos señaló una serie de observaciones que su departamento ya ha hecho llegar al Procurador del Común. El consejero considera que no es necesario crear una comisión que supervise los libros de texto, tal y como recomendaba la insititución, ya que ya existe una Comisión de Expertos -” «cuya calidad está fuera de toda duda», apuntó-”creada para el desarrollo curricular de los contenidos que se imparten en Castilla y León.
Otros de los argumentos esgrimidos por Mateos para eludir la revisión del material escolar es la «libertad en la elección de los materiales y libros que se utilizan». Es decir, que los propios centros educativos deberán revisar los libros para poder elegir aquel que más se ajuste a la realidad histórica de León.
El consejero aseguró ante las Cortes que la administración autonómica lleva a cabo «un continuado control» que garantiza que los materiales educativos «respetan en todo momento» los principios y valores contenidos en la Constitución y las leyes, aunque se olvida de que los errores históricos y geográficos que muestran algunos de esos contenidos deberían ser enmendados al no ajustarse a la realidad. De hecho, el propio Mateos defiende los contenidos de los libros de texto al haber sido elaborados por un grupo de «sobresalientes expertos», lo que les hace de por sí «adecuados y correctos».