Isabel Coixet revela hoy en el Musac las claves de su cine

Se trata de una de las figuras más importantes de la filmografía española. Isabel Coixet ha conseguido crear un cine intimista sin perder la vocación internacional de los grandes. A contracorriente de la industria española, ha logrado generar películas que hablan de tú a tú a las producciones de la industria por excelencia. Aupada entre los grandes maestros como Elia Kazan, Isabel Coixet ha desarrollado un lenguaje particular y novedoso que, sin embargo, bebe de los grandes clásicos. La fuerza de su cine está en la capacidad de crear grandes historias ligadas a través de guiones que enlazan a los personajes con las cosas, consiguiendo con ello dibujar espacios poéticos en los que lo que se sugiere es incluso más importante que lo que lo que la cámara enfoca.

Su mirada siempre lo es de extremos. El cine de la realizadora catalana engancha o repele, pero nunca deja indiferente. Coixet es capaz de mostrar las dos caras de las silenas de manera magistral, iluminando la vida a través de los últimos proyectos de una moribunda -” Mi vida sin mí -” o la intrascendencia de un viejo mediante el miedo de la juventud a la certeza del final, como en Elegy. En esta última se atrevió a filmar una de las novelas más duras de Philip Roth, El animal moribundo, demostrando con ello que la solidez artística no tiene fronteras. Así, ya ha anunciado que prevé adaptar Tokyo blues, la novela de Murakami, si bien aún no ha trascendido cuándo será.

Su última película, Mapa de los sonidos de Tokyo , compitió en Cannes y es, hasta la fecha y según ha explicado la directora, su película con más carga sexual.

Por La vida secreta de las palabras consiguió el Goya al mejor director y al mejor guión original.