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Entrevista | Manuel Quijano

«León no es mi mejor plaza para tocar»

El cantante leonés firma hoy copias de su nuevo trabajo en El Corte Inglés.

Publicado por
Pacho Rodríguez | LEÓN
León

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Ahora es Santa Mónica Boulevard (Universal) by Quijano, pero en el principio fue Café Quijano, que entonces sería Ruiz de Salazar Boulevard. O algo así. En el principio el café era de tres: Óscar, natural sin mezcla; Raúl, que sería el azúcar, y Manuel, la voz cantante, sonante y pensante. El mayor de cuatro hermanos, y que, según todos sus seguidores y, sin embargo, amigos, es la leche (de ese Café que se acabó): «Una máquina. No para de darle vueltas, buscando ideas y encontrándolas-», confiesan allegados. El final de los Café Quijano sólo lo saben ellos y es muy probable que ellos mismos tampoco sean conscientes de cómo se cuajó ese hay que parar. Que hacía falta, porque la velocidad del grupo fue la de un despegue de vértigo y una vida frenética que exige un lugar para aterrizar. Y cuando se acabó la taza pop, los tres salieron despedidos por fuerzas centrífugas y volvieron a la tierra para seguir. Y este es el día de hoy de Manuel Quijano, que lanza su Santa Mónica Boulevard . Por otra parte, para volver a las andadas. Con días estirados pero con la serenidad que da la experiencia y su privilegiado lugar en el establishment del pop.

-Ni con sus hermanos ni ahora en solitario ha sucumbido a la norma no escrita de tener que vivir en Madrid para triunfar en la música. ¿Es premeditado?

-"Realmente es más complicado vivir la música sin estar en Madrid. Pero siempre he tratado de huir de esa obligación. El hecho de vivir en otro lugar te exige otros esfuerzos para vender tu trabajo, exponerlo y mostrarlo. Pero lo prefiero así.

-¿Qué tal se vive en Palma?

-Se vive bien y muy tranquilo. Aunque luego tampoco te creas que paso tanto tiempo allí y no estoy todo el tiempo que me gustaría.

-¿Y qué tal lleva la promoción de este «Santa Mónica Boulevard»?

-"La promo es algo para lo que te mentalizas y que sabes que hay que hacer. Pero de todo el proceso es lo más desagradable. Lo veo como un mal necesario.

-¿Y usted qué dice de este nuevo disco?

-Es un disco para escuchar. Con muchos matices. Si te gusta la música, encontrarás ideas y cosas bonitas. Tocan grandes músicos que han aportado muchas ideas. Es la primera vez que me tiro mucho tiempo preproduciendo antes de meternos en harina.

-¿Ha quedado contento? ¿Intuye que le ha salido un disco de esos redondo?

-Sí. Estoy muy contento y al final sí creo que todo ha salido muy redondo. En lo musical me da mucha satisfacción el resultado. La gente que aprecie la instrumentalidad, por ejemplo, pienso que va a disfrutar.

-¿Teme que luego, con tanta inmediatez como hay en el negocio, no se dé tiempo a apreciar los detalles?

-Después de todo el trabajo realizado llega otra labor muy dura que es la de estar ahí para que eso no ocurra. La compañía, en ese sentido, tiene mucho que decir. Pero un disco tiene la vigencia que el público quiera darle.

-Aunque haya influencias de estilos variados, mantiene su marca personal, tanto en letras como en música y forma de cantar. ¿Eso es simplemente la continuidad de su carrera?

-El disco tiene mucho de mí. Evidentemente. No lo sé hacer de otra manera. Siempre pienso que con la producción, con los instrumentos, se puede ir a otros lugares. Le puedo dar mil vueltas. Lo que no se puede cambiar es la voz.

-¿Qué hay de ese guiño al sonido «motown»?

-Quería plantearme un disco con algo de ese sonido. Pero tampoco quería entrar de lleno en el sonido motown . Supongo que para eso hay que ser americano y tener esas raíces. Otra cosa es que pudiera incorporar algunas influencias, porque vi que era una opción que tiene cierta actualidad.

-¿Hay un público definido que se identifique con su propuesta musical?

-No tenemos un público tan concreto como otros. Yo, en firmas o conciertos, veo gente de todo tipo, jóvenes y adultos. No creo que haya un perfil muy definido en ese sentido.

-¿Ya ha pensado en el directo? ¿León será plaza obligada?

-Tocar en León, en principio, me encanta. Aunque siempre digo que León no es mi mejor plaza para tocar. No te ven de la misma forma que en otros sitios. Puede que para el otoño hagamos teatros, porque hay canciones apropiadas. Pero quiero seguir con los conciertos como siempre, también hay temas que son para concierto concierto.

-Pero, respecto a lo de León, usted no puede acogerse a eso de que nadie es profeta en su tierra porque no sería cierto. Siempre le tratan muy bien-

-No, no es eso. Claro que me tratan bien. En León puedo encontrarme con un público tan bueno como en cualquier otro, pero no se puede decir que sea el más efusivo.

-¿Le ha pasado que el convulso negocio discográfico hace que, a cada disco, esté irreconocible?

-Totalmente. Es diferente para todos. Está en un proceso de transformación tan grande, que, hasta que se ordene, todos estamos en proceso de mutación.

-¿Es optimista?

-Yo soy superpositivo. Creo que cuando esto se asiente el momento musical será espectacular. Piensa que se consume más música que nunca pero con un completo desorden.

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