Los Secretos convirtieron el León Arena en una moviola nostálgica
La banda mítica hizo un repaso a través de treinta años de carrera y compartieron con el público canciones como «Déjame» o «Quiero beber hasta perder el control»
El concierto, en el que la banda repasó sus temás más conocidos en un ambiente intimista, duró más d
Los Secretos demostraron ayer en el León Arena la razón por la cual bandas como la suya han resistido la nostalgia de treinta años de historia. El León Arena reventó con la voz de los fans de este grupo mítico -”más de 2.000-” y la gratitud titular de la gira se convirtió en algo más que un himno. Ellos mismos han subrayado que el nombre de la gira es un agradecimiento al público, una muestra de cómo una canción sencilla que habla sobre una pareja se eleva a algo más trascendental con el paso del tiempo. Y es que, como el propio Álvaro Urquijo ha manifestado, la banda vive ahora un momento de enorme gratitud por parte del público. «Como dijo una vez Mick Jagger sobre los Stones: Nosotros no estamos aquí por la prensa o por nosotros mismos. Estamos aquí por el público».
Colgado, Calle del olvido o la menos conocida Hoy no fueron coreadas por un público entregado que agradeció que el sonido de la banda siga sonando igual que siempre. Y es que es difícil competir con un duelo de guitarras como el protagonizado por Ramón Arroyo y Álvaro Urquijo. Se demostró por qué Álvaro asegura que su gran mentor es Mike Campbell de The Heartbreakers, así como Roger McGuinn o grupos como The Byrds.
El repertorio del concierto de ayer se modificó y se adaptó a las peticioes que desde Internet hicieron sus seguidores.
El concierto comenzó con los acordes de Te he echado de menos , que sonó «exactamente igual que ayer». Mientras sonaba la canción, la pantalla gigante mostraba imágenes de los ochenta en las que se podían ver a Álvaro, junto al fallecido Enrique Urquijo. Siguieron los temas más reconocibles de su carrera, entre ellos, A tu lado, que dedicaron a Enrique Urquijo y a los dos baterías fallecidos de la banda (Canito y Pedro A. Díaz), No me imagino, Déjame o Quiero beber hasta perder el control .
En fin, un espectáculo con el que se saldaron treinta años de la historia musical española y que dejan un sabor agridulce a sus seguidores más fieles.