Reportaje | verónica viñas
Olivos de aluminio y el payaso Fofó
El Musac inaugura el sábado tres grandes exposiciones de Rondinone, Jorge Galindo y Kyong Park
Dos de los seis impresionantes olivos de acero de la exposición del suizo Ugo Rondinone.
«Cinco exposiciones de lujo». Así definió ayer Agustín Pérez Rubio, director en funciones del Musac, la decimotercera temporada expositiva, que se abrirá al público el sábado a las cinco de la tarde. El coreano Kyong Park presenta en primicia mundial en el Musac un primer avance del proyecto de investigación que desarrolla desde hace seis años por 20 países a partir de la antigua Ruta de la Seda, donde plantea cómo los problemas sociales o políticos afectan al paisaje urbano.
El madrileño Jorge Galindo no podía haber elegido mejor título para la exposición que ha diseñado para el Musac, La pintura y la furia , ya que en ella recrea su frenética actividad artística. Parte de culpa la tiene el comisario de esta exposición, Rafael Doctor, anterior director del Musac. Una de las instalaciones de Galindo consta de trescientos dibujos -”cien en color verde, cien en rojo y cien en negro-”. También ha empapelado literalmente una sala -”techo incluido-” con sus obras. La muestra pretende trasladar al espectador al estudio del artista y transmitirle la pasión por pintar que agita a Galindo desde hace veinte años.
Igualmente impactante resulta la propuesta escultórica del artista suizo afincado en Nueva York Ugo Rondinone, titulada La noche de plomo , en la que desvela un asombroso mundo poético y onírico. La muestra de Rondinone se despliega a lo largo de cuatro salas, donde se alzan seis olivos majestuosos de aluminio, copia de los árboles milenarios que hay en la casa de su madre, en Italia, según contó ayer el propio artista. La única nota de color (azul) la pone la gran chimenea, réplica de la que calienta la casa del poeta neoyorquino John Giorno...
