La excavación en Marialba de la Ribera saca a la luz los primeros enterramientos
Los sondeos en la basílica paleocristiana han comenzado por aquellas zonas «intactas» del yacimiento
Dos trabajadores de la empresa Talactor en las primeras prospecciones en cuarenta años que se llevan
Ha sido meter el pico y los arqueólogos han descubierto los primeros restos humanos. Las excavaciones que se están llevando a cabo en la basílica paleocristiana de Marialba de la Ribera desde el 18 de junio podrían deparar grandes sorpresas. Las prospecciones han comenzado por el exterior la cabecera de la basílica, en la parte oeste, para localizar los espacios intactos y señalizar aquellos que ya fueron vaciados en 1967 por el arqueólogo alemán Theodor Hauschild.
De momento, han aparecido algunos enterramientos. Son inhumaciones en fosas delimitadas por piedras que seguramente corresponden al cementerio medieval, de las últimas fases de uso del edificio. Según los expertos, estos restos humanos se hallan en muy mal estado de conservación, al encontrarse en niveles relativamente superficiales del terreno. La empresa Talactor, adjudicataria de los trabajos, tiene previsto excavar una superficie de más de 2.000 metros cuadrados, durante cuatro meses, aunque los sondeos podrían prorrogarse en función de la importancia de los descubrimientos. La excavación arqueológica dispone de un presupuesto de 233.000 euros, que financia en un 80 por ciento la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, mientras la Diputación y el Ayuntamiento de Villaturiel aportan el 20 por ciento restante.
Marialba de la Ribera es la mayor iglesia paleocristiana de la Península. Algunos investigadores sugieren que en la zona pudo haber una antigua villa romana, y que la basílica estuvo vinculada a ella siguiendo un esquema bien conocido de otras villas rurales. No hay que olvidar la proximidad de Marialba a la ciudad de Lancia, conquistada por los romanos a los astures. Lo cierto es que la basílica apenas ocupa una pequeña porción de un asentamiento que se sabe mucho mayor y que se ubicaría en torno al templo que en la Edad Media se convirtió en cementerio. Unos terrenos que nunca que ahora van a ser excavados por primera vez y que podrían esconder algunas de las claves de una basílica paleocristiana que representa los orígenes de Europa, el comienzo del paleocristianismo. Pese al valor de este monumento, durante décadas los restos han estado abandonados y a la intemperie. El objetivo es poner el edificio en valor y rehabilitarlo una vez que concluyan las excavaciones, siguiendo el Plan Director redactado por el arquitecto Melquíades Ranilla.