La Universidad sólo estudiará dos de los veinte petroglifos hallados
Múltiples hallazgos aguardan aún una adecuada investigación y puesta en valor
La comarca de Maragatos se ha revelado como un auténtico «parque arqueológico» al aire libre después de que hace año y medio el aficionado astorgano Juan Carlos Campos descubriera, en las faldas del monte Teleno, dos extraordinarios petroglifos del más puro estilo atlántico, nunca antes vistos en estas latitudes y tan lejos de la costa.
Desde entonces, tanto Campos como otros particulares y asociaciones locales han venido rastreando la comarca en busca de posibles representaciones prehistóricas. Y así, Campos ha registrado un gran número de las llamadas cazoletas (perforaciones redondas en la piedra, presumiblemente atribuidas a la mano humana) tanto en rocas al aire libre como en elementos pétreos empleados en la arquitectura tradicional de la zona o reutilizados en iglesias, pilones, fuentes, etc.
Asimismo, la asociación de cultura tradicional leonesa Carrubuéis recordó la existencia de unas posibles representaciones antropomórficas de enorme sugerencia, ubicadas a una decena de kilómetros de los petroglifos anteriormente citados. Estos símbolos fueron catalogados hace ya más de veinte años, pero ahí quedó la cosa. Ni han sido estudiados a fondo, ni establecido una datación precisa, ni señalizados, ni divulgados.
El gobierno autonómico había encargado un estudio sobre los petroglifos del Teleno al departamento de Prehistoria de la Universidad de León, pero nada se ha dicho del resto de vestigios que, casi cada mes, se han venido descubriendo o apuntando en la comarca, incluyendo un posible menhir que, de confirmarse, sería el primero de estas características registrado en la provincia de León.
En el caso de los dos primeros petroglifos, los vecinos de la zona no han percibido prácticamente ningún movimiento en el yacimiento -”la Universidad se había excusado aduciendo la dificultad de trabajar en pleno invierno-” con excepción de un cartel explicativo colocado por la Junta, pero tampoco en estas primeras semanas veraniegas se ha registrado ninguna cata, excavación o comprobación alguna. Al parecer, los profesores de la Universidad tienen previsto acudir al lugar en fechas próximas, junto con expertos de otras regiones, para comenzar un estudio que, de momento, sólo abarcará los dos petroglifos del Teleno, y no la totalidad de los vestigios hallados.
«El problema es que desconocemos los códigos y las claves de estas representaciones: estamos ante un lenguaje que ni nos suena», ha comentado Juan Carlos Campos con respecto al significado original de estos laberintos, oquedades, seres antropomórficos, vulvas, cruces y otros signos que él -”un gran conocedor de la zona-” y otras personas han venido registrando. «Lo que persigo es, ante todo, que se estudien científicamente todas estas representaciones -”ha objetado Campos-”. Yo no digo que ésta o aquella cazoleta tenga tal o cual antigüedad, yo quiero que los expertos las estudien y que este patrimonio sirva para dar vida a una comarca que se despuebla y se muere».