La Catedral se queda sin santos...

La fachada principal de la Catedral de León está perdiendo sus santos a marchas forzadas. Ya han sido apeadas 17 de las 23 estatuas que, en fecha aún por concretar, serán restauradas por la Junta. Esta semana, si se mantiene el ritmo de trabajo, en el pórtico occidental de la Catedral sólo quedará la Virgen Blanca, la única figura que es una réplica, realizada por Seoane en la década de los cincuenta, ya que la original se encuentra desde entonces en el interior del templo gótico.

San Juan Bautista inició el peregrinaje. Su destino ha sido el claustro, una caja gótica obra de los maestros Juan de Badajoz padre e hijo, donde las esculturas góticas han encontrado un refugio temporal, que durará al menos quince meses. Aprovechando la presencia de las estatuas en el interior -”20 de ellas en el claustro y tres en la capilla que se encuentra bajo la torre Norte-”, se organizará una exposición para contemplar de cerca la maestría de los escultores góticos, dentro del programa de restauraciones «en directo» que se inició con las vidrieras.

Desde hace meses una la plataforma suspendida a catorce metros de altura, situada a los pies del rosetón central del edificio, permite ver de cerca y casi «tocar» los vitrales que se están rehabilitando. Ambas exposiciones -”de vidrieras y esculturas-” coincidirán durante varios meses. El Sueño de la luz, como se denomina el proyecto que financian Junta, Caja España y Cabildo Catedralicio, se transformará en un espectáculo único de piedra y vitrales. La Junta, de momento, no ha fijado la fecha de la inauguración de esta exposición que marcará un hito en la historia. Nadie sabe a ciencia cierta cuántas veces las estatuas del pórtico han sido movidas, pero todo apunta a que en algún momento del pasado fueron cambiadas de sitio. Así lo atestigua Ángela Franco, conservadora del Museo Arqueológico Nacional y una de las mayores expertas del mundo en escultura gótica. Hay pruebas: la colocación de Salomón y la reina de Saba «no cuadra».

Estatuas despintadas. La restauración de estas estatuas, cuyo estado de conservación es peno so, obligará a la Junta a decidir si las devuelve a sus pedestales una vez restauradas o si, por el contrario, pasarán al Museo de la Catedral y se colocarán réplicas en su lugar. Del policromado original que decoraba estas piezas apenas queda una pátina casi imperceptible. Es posible que, una vez limpiadas, «brote» el color que ahora oculta una espesa capa de mugre. De hecho, durante los trabajos previos que se han llevado a cabo antes del desmontaje de las esculturas, se ha constatado la presencia de una policromía original y dos repolicromados, a los que se superponen dos estratos monócromos que imitan el color de la piedra.

Aunque, en teoría, el apeo de los santos iba a seguir un orden lógico, de oeste a este, es decir empezando por la portada de San Juan, siguiendo por la del Juicio Final y concluyendo en la de San Francisco, lo cierto es que los santos más «complicados» se han dejado para el final.

Un trabajo para manitas . El «tajo» empieza cada mañana a las ocho. El equipo que dirige el norteamericano Steve, de la empresa Giroa Gallery, iniciaba el pasado martes la difícil misión de apear 23 esculturas del pórtico occidental, todas de los siglos XIII al XV.

Un trabajo para «manitas», dado el delicado estado en que se encuentran la mayoría de las estatuas; y ello, a pesar se tener que utilizar maquinaria, tanto para el descenso de estas pesadas piezas como para el traslado, en el corto tramo que hay entre el pórtico y el claustro de la Catedral.

Giroa Gallery ha realizado ya otros trabajos similares como el apeo de la Virgen Blanca de la Catedral de Santa María de Vitoria y el desmontaje de las esculturas del pórtico occidental de la catedral de Jaca.

Dentro de las actuaciones del proyecto de intervención planificado para proteger las esculturas, se encuentra el estudio climático, para averiguar como afectan en la degradación de la piedra factores como la lluvia, la intensidad lumínica, la concentración de CO2, la temperatura o la humedad relativa ambiental. La Virgen del Dado, en la fachada Norte, ha servido de «cobaya» para estos estudios, ya que fue protegida poco tiempo después de su construcción y conserva sus revestimientos pictóricos originales.