Playas

El invento del maligno

Comienza agosto y el personal parte en desbandada a las playas. Los informativos dan las cifras de la operación salida de vacaciones. ¿Crisis? Ninguna. Hay más atascos que nunca y quien más y quien menos espera tostarse al sol y a la orilla del mar. Lo normal cuando se sale es saber dónde se va. Pero no siempre. En Vaya par de tres , ese programa de sobremesa y en horario infantil con el que Antena 3 se propone ayudarnos a pasar el verano a base de meter el dedo en el ojo a los famosillos de tres al cuarto, hablaban el otro día de «las playas de Ronda», refiriéndose a uno de estos personajillos cazado al sol. No citaremos el nombre del fulano porque nada tiene que ver con el tema y no merece la pena gastar más tinta en él. Los niños, que de vacaciones ven masivamente la tele a esas horas, quedarían estupefactos. Tantas clases de geografía durante el curso escolar y era todo mentira. ¡Ahora resulta que Ronda tiene playa! Lo ha dicho la tele. Y varias veces y no en boca de un tertuliano, sino la voz en off del reportaje. Y ya se sabe que los tertulianos pueden engañar, pero una voz en off no miente, es como Dios. Lo que dice, va a misa. El tema ha sido la chifla general estos días. Por supuesto que un despiste lo puede tener cualquiera, pero aquí da la impresión de que, más que despiste, el redactor de la noticia no solo no pisó jamás una facultad de periodismo sino que tuvo que tener serios aprietos para aprobar la EGB. Claro que a veces es peor el remedio que la enfermedad. Jesús Mariñas, uno de los tertulianos de Vaya par de tres se debió de percatar inmediatamente del error, porque tras el reportaje de marras habló de «las playas de Rota». Mariñas se refirió a la playa de la ciudad gaditana como «de segunda categoría». No por la transparencia de sus aguas ni por la finura de su arena, sino por el tipo de personal que toma el sol en ella. En Vaya par de tres la categoría la da el tipo de personajillo al que hay que acosar, destripar y hurgar en su cubo de la basura. Y parece que estos no suelen veranear en Rota. Suerte para los roteños, que van a pasar un verano estupendo disfrutando de la playa. Pero la moraleja salta a la vista: Si han cazado a un fulano con no se sabe quién en «la playa de Ronda», y Ronda no tiene playa.