De cómo tocar el rabel

En la montaña de Riaño casi todos los vecinos tenían uno, y se tocaba asiduamente en fiestas y filandones nocturnos, allí llamados hilas . El abandono de la vida tradicional y la puntilla del mastodóntico embalse acabó casi por completo con el estilo y la práctica de los últimos rabelistas montañeses, reducidos en la década de los ochenta a dos: Alfredo González, de Las Salas, ya fallecido, y Fortunato Rodríguez, Nato , de Riaño. La labor pionera del grupo folk Son del Cordel y, posteriormente, de un grupo de músicos, artesanos y divulgadores vinculados a la ribera del Órbigo, germinó en festivales como los de Veguellina y Riaño, y en los muchos conciertos que se celebran por toda la provincia, recuperando así el terreno leonés del rabel, bien documentado históricamente y con diversas referencias a los músicos a veces llamados arrabeleros .

Uno de estos estudiosos, el músico Miguel Ángel Badeso, dentro del ciclo cultural y etnográfico que celebra Velilla de la Reina, imparte hoy, mañana y pasado a las 19.00 en la Casa de Concejo de este pueblo, un taller de rabel con las nociones básicas para la interpretación de este instrumento. Y así se continúa haciendo vereda.