«A principios del XX, el concepto de autor era patriarcal»

Nuria Capdevila-Agüelles estudió Filología en la Universidad de León y, aunque esa es su profesión, le gusta definirse como historiadora feminista, sintiendo gran interés por el siglo XX español y la evolución de la mujer en el mismo. Después de publicar monográficos y artículos en Estados Unidos, Gran Bretaña y España, saca a la luz Autoras inciertas. Voces olvidadas de nuestro feminismo, donde realiza un estudio de las vidas olvidadas de una serie de mujeres que fueron grandes autoras del siglo XX. Así, Capdevila-Argüelles hace un repaso de la vida y obra de la escritora de literatura infantil Elena Fortún, la reformista sexual y eugenista Hildegart Rodríguez, la poetisa y anarquista Lucía Sánchez Saornil y la escritora y diplomática Isabel Oyarzábal de Palencia.

-”¿Cuál es el objetivo de su libro?

-”Reivindicar la historia de las grandes autoras españolas, sacar a tantas del olvido, es una labor fascinante a la que espero seguir dedicándome muchos años. En Autoras inciertas hay cuatro mujeres que han recibido poca o superficial atención crítica.

-”Entre todas las voces feministas de esa época, ¿por qué escogió a esas cuatro mujeres?

-”Todas fueron muy influyentes dentro de sus respectivos campos de trabajo y todas lograron vivir de su actividad intelectual en aquella España de vanguardias.

-”Y eso no era nada fácil en esa época...

-”No, pero ellas lo consiguieron y fueron las grandes olvidadas del siglo XX. Al finalizar el franquismo, se fueron recuperando sus textos, se comienzan a hacer estudios sobre ellas... Para mí, estas cuatro mujeres son un gran ejemplo. -”En su obra hace referencia a hombres como Gregorio Marañon o Ramón y Cajal, que se oponían a la emancipación de la mujer. Realmente, ¿qué es lo que temían los hombres?

-”A comienzos del siglo XX existía un gran terrorismo antifeminista, pero la presencia de la mujer en la esfera pública del saber y de la cultura era un hecho. Eso causaba miedo entre sus compañeros de generación, quienes muchas veces se negaban a reconocerlas.

-”¿Cómo se reflejaba eso en el mundo de la autoría?

-”Eran mujeres que sentían que la autoría era algo que utilizaban de prestado. El concepto de autor era verdaderamente patriarcal. Así que dedicarse a escribir era adentrarse en un mundo típicamente masculino. Pero cada una de ellas va siguiendo estrategias para adentrarse en el saber.

-”Aun así, no lograron salvarse de las críticas...

-”Desde luego que no. Todas tuvieron que sufrir el ataque a su identidad de mujer.

-”¿Considera que se han logrado grandes avances en el feminismo?

-”Sigue chocando afirmar que se es feminista. Sin embargo, yo no pienso que hayamos llegado a una época en la que la mujer este plenamente liberada, sigue existiendo discriminación, no sólo en España sino en toda Europa.

-”¿Cuál es el mayor reto para usted?

-”Creo que la igualdad sigue siendo un objetivo. La mujer sigue, tristemente, objetificada, aunque no de igual forma en todas las culturas. El ejemplo más obvio de objetificación actual es, evidentemente, la violencia machista contra las mujeres.

-”¿Qué mujeres destacaría en la actualidad?

-”En España tenemos grandes mujeres cineastas como Isabel Coixet o Icíar Bollaín, y grandes escritoras como Carmen March o Rosa Montero. Mujeres que se definen sin miedo como feministas. Y junto a ellas muchísimos otros nombres que aunque no sean tan comerciales, sí tienen mucho peso en el hispanismo internacional y son las más estimadas por los académicos.

-”¿Tiene próximos proyectos en este ámbito?

-”Gracias a una nueva subvención del Ministerio de Educación el año que viene publicaré la traducción del inglés de la autobiografía de Isabel Oyarzábal Smith, una feminista muy activa en la República y la primera mujer embajadora de España.