Una docena de expertos estudia por fin los petroglifos maragatos

Una docena de expertos, dirigidos por el catedrático de Prehistoria de la Universidad de León Federico Bernaldo de Quirós, comenzaron el pasado fin de semana a estudiar los ya famosos petroglifos maragatos, comenzando por los descubiertos en febrero del año pasado cerca de la localidad de Lucillo, en las cercanías del Teleno.

También han acudido algunos de los más reconocidos estudiosos gallegos del arte prehistórico, comunidad especialmente rica en este tipo de representaciones. Uno de ellos comentaba el gran interés de estos petroglifos leoneses, recordando que, excepto figuras antropomorfas o animalísticas, «presentan todos los dibujos típicos» de este arte de la Edad del Bronce, como laberintos, perforaciones o «cazoletas», cruces, vulvas, etc.

Según Juan Carlos Campos, el aficionado a la arqueología que encontró los petroglifos de Lucillo y que ha dado a conocer, desde entonces, muchos otros posibles testimonios de ese mismo tipo en la comarca de Maragatos, «los trabajos de campo se están realizando en jornadas de mañana y tarde, sábado y domingo incluidos. El equipo está formado por el catedrático Federico Bernaldo de Quirós, la profesora Ana Neira y especialistas en conservación y restauración llegados desde Galicia». «A pesar de que están acostumbrados a los grandes paneles con petroglifos gallegos, se nota que también les gustan los nuestros y eso se nota por el cariño que le están poniendo», informa.

Limpieza y examen. «Los trabajos están consistiendo en la minuciosa limpieza de los grabados, en mediciones, en copias con diversas técnicas de calcos, en fotografías nocturnas, etc.», continúa. Además, Campos considera una muy buena noticia el hecho de que los trabajos se estén llevando a cabo no sólo en Peñafaciel (Lucillo), sino que se extiendan a los grabados de Chana de Somoza, donde ya se han limpiado los de Peñaferrada y catalogado otros grabados existentes. También serán objeto de estudio las piedras con cazoletas reutilizadas y encontradas en las fuentes del Mato y Leiro (L-™Eiro), en Filiel y Lucillo respectivamente; la Peña de la Medida en Filiel; Peñafurada en Turienzo y diseños hallados en muchos otros lugares de cuya existencia se ha venido dando cuenta, puntualmente en este periódico.

Campos ha pedido una subvención para dotar los enclaves «de una buena señalización e información».